Hay cosas imperdonables. Por ejemplo: que yo, a mis cuarenta tacazos recién cumplidos, aún no hubiese visto al ínclito Javier Krahe en concierto. Pero ese grave error ya ha sido subsanado. El hecho en sí tuvo lugar el pasado sábado, 10 de abril, en la Sala Palo Palo de Marinaleda. Para empezar tengo que confesar que mi sorpresa fue tamaño XXL al ver la sala. La Palo Palo es un bar pequeñito, súper acogedor, en el corazón mismo de esta Andalucía de paro y propaganda, en una de las pocas poblaciones que resiste ahora y siempre al invasor. La sala tiene una programación mensual alucinante, orientada básicamente hacia los sonidos duros y cosmopolitas, que viene funcionando ya desde hace bastante tiempo. Así que confieso que da una cierta pelusilla ver que poblaciones pequeñas como Marinaleda apuestan por la cultura mientras que, por poner sólo un ejemplo, Salobreña o Motril, donde vivo y trabajo respectivamente, con una población mucho más numerosa, no tienen lugares de estas características para ver conciertos. Pero claro, Marinaleda es otra historia.
En fin, a lo que vamos. Para abrir boca, estaba el grupo de Marchena La Bejazz, un quinteto de flamenco, jazz, bossa, y otras sonoridades parecidas que me gustaron bastante. Dominando sus instrumentos consiguieron mantener la atención del público durante los cuarenta y cinco minutos que estuvieron sobre el escenario. Para despedirse tocaron una extraordinaria versión de "La leyenda del tiempo" del gran Camarón, más cercana a Nueva Orleáns que a Jerez.
Y después de La Bejazz, Krahe y sus muchachos: Javier López de Guerena (guitarra), Fernando Anguita (contrabajo) y Andreas Prittwitzs (clarinete, saxofón, flauta, etc.). Krahe hizo un repaso a sus treinta años de carrera, desgranando algunos de sus temas más "famosos" (no sé si hablando de este artista se debe usar este adjetivo), como "Piero de la Francesca", "Abajo el Alhzeimer", "Ron de caña" y una magnifica versión de "La tormenta" de Brassens. Pero también hubo tiempo para los nuevos temas: cayeron, si la memoria no me falla, al menos cinco, entre los que destaca un ingeniosísimo "Me gustas Democracia porque estás como ausente", donde la fina ironía del maestro arrancó un fortísimo aplauso entre el público de Marinaleda. Entre tema y tema, varios guisquis, un montón de cigarrillos y comentarios ingeniosos, divertidos, agudos e inteligentes, algo que cada día se echa más de menos. Una noche magnífica con el genial Krahe. Tardío, pero cierto.
En fin, a lo que vamos. Para abrir boca, estaba el grupo de Marchena La Bejazz, un quinteto de flamenco, jazz, bossa, y otras sonoridades parecidas que me gustaron bastante. Dominando sus instrumentos consiguieron mantener la atención del público durante los cuarenta y cinco minutos que estuvieron sobre el escenario. Para despedirse tocaron una extraordinaria versión de "La leyenda del tiempo" del gran Camarón, más cercana a Nueva Orleáns que a Jerez.
Y después de La Bejazz, Krahe y sus muchachos: Javier López de Guerena (guitarra), Fernando Anguita (contrabajo) y Andreas Prittwitzs (clarinete, saxofón, flauta, etc.). Krahe hizo un repaso a sus treinta años de carrera, desgranando algunos de sus temas más "famosos" (no sé si hablando de este artista se debe usar este adjetivo), como "Piero de la Francesca", "Abajo el Alhzeimer", "Ron de caña" y una magnifica versión de "La tormenta" de Brassens. Pero también hubo tiempo para los nuevos temas: cayeron, si la memoria no me falla, al menos cinco, entre los que destaca un ingeniosísimo "Me gustas Democracia porque estás como ausente", donde la fina ironía del maestro arrancó un fortísimo aplauso entre el público de Marinaleda. Entre tema y tema, varios guisquis, un montón de cigarrillos y comentarios ingeniosos, divertidos, agudos e inteligentes, algo que cada día se echa más de menos. Una noche magnífica con el genial Krahe. Tardío, pero cierto.
Marinaleda,hasta su nombre la distingue,yo también estuve viendo a Escape allí,en ese lugar,ya tendria que existir muchas Marinaledas en esta p..a Españita.MªAvilés
ResponderEliminarNadie como él para sacarle punta a la vida.
ResponderEliminarEster