Todo es
confuso como un buque entre la niebla
José Agustín Goytisolo
confuso como un buque entre la niebla
José Agustín Goytisolo
Hay días en los que:
Ayudas a una anciana a cruzar la calle y luego ella te da
las gracias y te sonríe.
Entras en una habitación vacía y se te enturbian, sin
remedio, los ojos.
Lees un verso de Miguel Hernández y te preguntas qué
hará tu hija dentro de veinte años.
Sabes de antemano que no es verdad, aunque te haces el
despistado y finges no saberlo.
Ves en televisión a una tenista que ha ganado el Roland
Garros y piensas en un ángel verde.
Le ayudas a preparar la cena y te dan ganas de besarla
y la besas y después hacéis el amor como si fuéseis
Jack Nicholson y Jessica Lange en El cartero siempre
llama dos veces.
Estás de compras en unos grandes almacenes y anuncian
por la megafonía que un niño rubio, delgado, bajito,
con pecas, de unos siete años de edad, se ha perdido y
está buscando a sus padres y no para de llorar.
Oyes a una compañera de trabajo contar una anécdota
sobre su luna de miel en Cancún y no le haces ni puto
caso.
Recuerdas una noche de verano de mil novecientos
ochenta y seis roja, roja, roja como el Diablo.
(De Versos de alambre de espino, Editorial Alhulia, 2009)
Ayudas a una anciana a cruzar la calle y luego ella te da
las gracias y te sonríe.
Entras en una habitación vacía y se te enturbian, sin
remedio, los ojos.
Lees un verso de Miguel Hernández y te preguntas qué
hará tu hija dentro de veinte años.
Sabes de antemano que no es verdad, aunque te haces el
despistado y finges no saberlo.
Ves en televisión a una tenista que ha ganado el Roland
Garros y piensas en un ángel verde.
Le ayudas a preparar la cena y te dan ganas de besarla
y la besas y después hacéis el amor como si fuéseis
Jack Nicholson y Jessica Lange en El cartero siempre
llama dos veces.
Estás de compras en unos grandes almacenes y anuncian
por la megafonía que un niño rubio, delgado, bajito,
con pecas, de unos siete años de edad, se ha perdido y
está buscando a sus padres y no para de llorar.
Oyes a una compañera de trabajo contar una anécdota
sobre su luna de miel en Cancún y no le haces ni puto
caso.
Recuerdas una noche de verano de mil novecientos
ochenta y seis roja, roja, roja como el Diablo.
(De Versos de alambre de espino, Editorial Alhulia, 2009)
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