viernes, 31 de enero de 2014

Stephen Crane, un escritor de las calles

EL NUEVO REALISMO AMERICANO


En 1871, año del nacimiento de Stephen Crane, se cumplía el sexto aniversario del final de la Guerra Civil americana (1861 – 1865), probablemente el hecho histórico más importante acaecido en los Estados Unidos durante el siglo XIX. La Guerra Civil, al contrario de lo que se suele pensar, no fue tan sólo el acontecimiento bélico con el que se puso fin a la esclavitud, sino que supuso para la nación americana el nacimiento de una nueva manera de entender la existencia, de enfrentarse a la vida cotidiana; hubo un cambio drástico en las relaciones sociales y laborales, pues el fin de la contienda trajo consigo un éxodo masivo de población rural –principalmente de raza negra y excombatientes de ambos bandos– hacia los grandes núcleos urbanos, sobre todo del norte y el este del país. Y, como siempre suele ocurrir, estas transformaciones sociales acarrearon profundos cambios en el arte: la pintura, la arquitectura, la música y la literatura americanas ya no volverían a ser lo mismo tras el enfrentamiento fratricida que sacudió a la nación. 
Un grupo de escritores, entre los que se encontraban Stephen Crane, Jack London, Ambrose Bierce, Frank Norris, William Dean Howells, Hamlin Garland o Upton Sinclair, hicieron del Nuevo Realismo la corriente principal en la literatura norteamericana del último cuarto del siglo XIX. Se trata de un movimiento estético cuyas raíces se hunden en el Naturalismo europeo y en la filosofía positivista. Desde este momento, el concepto de héroe varía considerablemente, pues a partir de estos escritores, los grandes protagonistas de la literatura estadounidense no serán más esos seres excepcionales de vidas extraordinarias, sino muy al contrario, personas comunes que deben enfrentarse a problemas cotidianos.

STEPHEN CRANE: UN ESCRITOR DE LAS CALLES

Stephen Crane (1 de noviembre de 1871, Newark, Nueva Jersey – 5 de junio de 1900, Badenweiler, Alemania), fue el menor de catorce hijos del matrimonio formado por el reverendo metodista Jonathan Townley Crane y Mary Helen Peck; un niño inteligente que disfrutaba jugando al béisbol, nadando o montando a caballo, y al que, ya desde pequeño, le gustaba la vida militar. A pesar de su contrastada inteligencia, nunca destacó como estudiante, siendo expulsado de varios colegios y universidades a lo largo de los años. Fue alumno en centros de reconocido prestigio, como Lafayette College o Syracuse University, pero en ninguna de las dos consiguió terminar sus estudios. 
Desde su más temprana adolescencia se sintió fuertemente atraído por el periodismo, consiguiendo su primer empleo a los dieciséis años como ayudante de su hermano mayor, que regentaba una agencia de noticias en Asbury Park, Nueva Jersey. Un poco después empieza a frecuentar los barrios bajos y a pasar muchas horas en los prostíbulos y tabernas más miserables de la ciudad, cultivando la amistad de prostitutas, rateros y otros miembros del lumpen local. Al mismo tiempo es capaz de devorar todas las lecturas que caen en sus manos, que van desde Moby Dick de Melville o Life in the Mississippi (Vida en el Mississippi) de Mark Twain, a los desgarradores poemas de Emily Dickinson o Walt Whitman.
Será de las experiencias vividas en esta época, de donde obtenga el material para su primera novela: Maggie: A Girl of the Streets (Maggie: una chica de las calles), publicada por él mismo en 1893. La obra narra la historia de Maggie, una jovencita de Nueva York que ante las adversidades de la vida no encuentra otra solución a sus problemas que la prostitución, primero, y el suicidio, después. La novela mostraba determinados aspectos de la realidad de una manera tan cruda y descarnada para el gusto de la época, que Crane no tuvo más remedio que publicarla bajo el pseudónimo de Johnston Smith.
A pesar del poco éxito inicial de esta primera novela, el libro llega a manos de William Dean Howells, en ese momento uno de los escritores y editores más importantes de la escena neoyorquina, quien se muestra dispuesto a ayudar a su joven autor.
Mientras tanto, Crane empieza a escribir su primer volumen de poemas, The Black Riders and Other Lines (Los jinetes oscuros y otros versos), y su segunda novela, The Red Badge of Courage (La roja insignia del valor), ambos publicados en 1895. Con esta novela obtendría un gran éxito de crítica y público, tanto en su propio país como en Gran Bretaña. La obra narra la historia del joven Henry Fielding, un soldado que lucha en la Guerra Civil y que es herido al tratar de escapar del campo de batalla, de manera cobarde. Paradójicamente, todos sus compañeros piensan que es un héroe cuando, en realidad, sólo es un ser indefenso y asustado que está intentando encontrar su propio camino en medio del estallido de dolor y violencia que la guerra ha traído consigo a la sociedad norteamericana. La novela está cargada de simbolismo, pues en la visión irónica de Crane sobre la valentía, la lealtad o la guerra, nada es lo que parece a simple vista.
Con esta novela, Crane se convierte en pionero de una nueva técnica literaria que ya se venía practicando en pintura: el impresionismo. Se trata de crear, mediante el uso del término apropiado, vívidas impresiones que describan los hechos, los personajes o los lugares de una manera subjetiva y sensorial, más que recreando una realidad objetiva y, todo ello, con una gran fuerza poética a un tiempo. Más tarde, otros autores de prestigio mundial tales como Joseph Conrad o, ya en pleno siglo XX, James Joyce, Virginia Woolf o William Faulkner, seguirán el camino iniciado por Crane con The Red Badge of Courage (La roja insignia del valor).
Por esta misma época, Crane ya sabe que está enfermo de tuberculosis. No obstante, eso no impide que siga viajando por México, Cuba, Grecia y otros lugares donde se desarrollan conflictos bélicos, como corresponsal de guerra para diferentes publicaciones. De esta manera, nace una interrelación entre periodismo y ficción en la que las fronteras estilísticas están cada vez más difuminadas por la calidad estética del producto final.
En uno de estos viajes conoce a Cora E. Stewart –o Cora Taylor–  que regenta un prostíbulo llamado Hotel de Dream en Jacksonville, Florida. Se inicia una extraña relación amorosa entre ambos, que durará hasta la muerte del escritor.
Y mientras tanto, Crane continúa escribiendo. En 1896 publica su primera colección de relatos cortos, The Little Regiment and Other Episodes of the American Civil War (El pequeño regimiento y otros episodios de la Guerra Civil americana), y otra novela, George’s Mother (La madre de George).
En 1897 inicia, junto a Cora, un viaje por Europa que los llevará a Grecia, Irlanda e Inglaterra. Se establecen en Londres, donde escritores de la talla de Ford Madox Ford, H. G. Wells, Robert Barr o su compatriota Henry James lo reciben con los brazos abiertos. En 1898 ve la luz otra recopilación de relatos, The Open Boat and Other Tales of Adventure (El barco abierto y otras historias de aventuras), que incluye algunos de sus cuentos más famosos, tales como “The Open Boat” (“El barco abierto”), “The Bride Comes to Yellow Sky” (“La novia viene a Yellow Sky”) o “Blue Hotel” (“El hotel azul”). Un año después, aparecen tres libros más: una colección de poemas, War is Kind and Other Lines (La guerra es amable y otros versos); una nueva novela basada en su experiencia como periodista en Grecia, Active Service (Servicio activo); y más historias cortas, The Monster and Other Stories (El monstruo y otros relatos).
Sus últimos años de vida fueron bastante prolíficos como escritor, debido en gran parte a sus problemas económicos, que lo obligan a trabajar de manera compulsiva para poder pagar sus deudas, contraídas principalmente por su conocida adicción a las drogas. En la primavera de 1900 su delicada salud se resiente y sus problemas de tuberculosis se agravan. Viaja hasta el sanatorio alemán de Badenwailer, pero la enfermedad ya era incurable. El día 5 de junio, cuando aún no había cumplido los treinta años, muere dejando dos obras póstumas: Whilomville Stories (Historias de Whilomville), una colección de relatos sobre la guerra de Cuba; y Wounds in the Rain (Heridas en la lluvia), una recopilación de sus crónicas de guerra. Sus restos fueron trasladados a su país, donde descansan en el cementerio de Hillside, Nueva Jersey.

LOS VERSOS DE STEPHEN CRANE


La obra poética de Stephen Crane la componen 134 poemas que se reparten entre dos libros, The Black Riders and Other Lines (Los jinetes oscuros y otros versos) y War is Kind and Other Lines (La guerra es amable y otros versos) y algunas revistas. La mayor parte de ellos fueron publicados en vida del autor, pero hay algunos más que vieron la luz de manera póstuma. Cuantitativamente, su producción poética no tiene nada que ver con la de otros poetas estadounidenses como Whitman, Dickinson, Poe, etc. No obstante, no resulta arriesgado afirmar que la calidad literaria de la poesía de Crane sí está al mismo nivel que la de los grandes autores de las letras americanas.
La poesía de Crane ahonda en los mismos problemas e insatisfacciones que muestran sus novelas y relatos cortos. En ella encontramos la pérdida de la fe en el Dios que había conocido durante su niñez, que parece haber abandonado al hombre en manos de un destino que se torna incierto y cruel, y del que resulta prácticamente imposible poder escapar. La vida –parece querer decirnos Crane– es un juego completamente absurdo. En sus versos aparece constantemente una doble dualidad: el bien y el mal, el cuerpo y el espíritu, lo terrenal y lo celestial.
The Black Riders and Other Lines (Los jinetes oscuros y otros versos) fue publicado el día 11 de mayo de 1895, cuando su autor era aún un perfecto desconocido entre el público americano. Sesenta y ocho poemas –aunque Crane no se sentía a gusto con esta denominación: él prefería llamarlos simplemente versos– sin título, tan sólo numerados con números romanos, y fuertemente influidos por Whitman y Dickinson, por un lado, y Wilde, Beardsley y los decadentes, por otro.
La mayoría de los poemas del libro adopta una forma que podríamos calificar como pseudo-religiosa. No debemos olvidar que Crane, desde su más tierna infancia, estaba bastante familiarizado no sólo con la Biblia sino con todo tipo de salmos, parábolas, etc. Por otro lado, hay una ausencia total de rima y métrica, pues todos ellos están escritos en verso libre. Muchos de los poemas son diálogos, principalmente entre el autor y alguna deidad. Todas estas características se mantendrán en su siguiente libro, convirtiéndose en marca de la casa.
War is Kind and Other Lines (La guerra es amable y otros versos) fue publicado en mayo de 1899, un año antes de la muerte del poeta y contiene treinta y seis poemas: algunos que fueron descartados de su primer libro, otros que ya habían visto la luz en diferentes publicaciones y, por último, los que permanecían inéditos. Esto hace que carezca de la línea argumental que dominaba The Black Riders and Other Lines (Los jinetes oscuros y otros versos), pero sin duda, contiene el mejor poema salido de la pluma de Crane: “La guerra es amable”. Se trata de una visión de la guerra –uno de los temas recurrentes en su literatura– cargada de fina ironía y poderosas imágenes, que lo conecta directamente con The Red Badge of Courage (La roja insignia del valor).
Crane dejó escrito poco antes de morir: “Personalmente, prefiero mi pequeño volumen de poesía, The Black Riders and Other Lines (Los jinetes oscuros y otros versos)  a The Red Badge of Courage (La roja insignia del valor). La razón es, supongo, que el primero es el intento más serio que he hecho de mostrar mi visión del mundo, mientras que la novela es simplemente una amplificación de esto.”
Como ya hemos dicho, Crane murió sin haber cumplido ni tan siquiera los treinta. Nunca sabremos qué hubiera pasado de haber seguido vivo algunos años más. Probablemente, su mejor novela estaba por llegar y, con toda seguridad, sus más hermosos versos.




jueves, 30 de enero de 2014

El juego de las versiones: Hey Joe


La canción “Hey Joe” es una de las más versionadas en la historia del rock. Aunque hay ciertas dudas razonables sobre la autoría de su compositor, también existe cierto consenso en que fue compuesta por un tal Billy Roberts, quien también grabó su propia versión del tema. La letra de la canción cuenta la historia de un tipo que encuentra a su mujer con su amante y la mata (probablemente hoy día, muy poca gente se habría atrevido a escribir una letra tan políticamente incorrecta) para acabar huyendo al cercano México, donde la justicia estadounidense no tiene jurisdicción. Os propongo, como en otras ocasiones, escuchar varias versiones diferentes del tema. Sin lugar a dudas, la versión más famosa de Hey Joe es la del guitarrista Jimi Hendrix, grabada en octubre de 1966, e incluida en el primer disco de la Jimi Hendrix Experience, el magnífico Are you experiencied? La segunda versión que os propongo es la versión del genial Willy DeVille. Se trata de una versión en clave mariachi del año 1992, incluida en su álbum Backstreets of Desire. La tercera versión es la del cantante italiano de Franco Battiato. Esta versión fue grabada en el año 2001 para el disco Ferro Batuto. Para acabar, una versión en castellano. La del grupo mejicano Trevolts Tijuana Rockband. One, two, three ¡¡¡Rock and roll!!!