domingo, 29 de diciembre de 2013

25 cosas que todo el mundo debería saber sobre Germán Coppini


Si te gusta la música supongo que ya sabrás —y si has llegado hasta este artículo, es casi seguro que te gusta la música— que ha muerto Germán Coppini (Santander, 1961 – Madrid, 2013). Un cáncer galopante de hígado acabó la pasada Nochebuena con la vida del que ha sido uno de los cantantes más personales y originales de la explosión musical de los años ochenta.
Este artículo sobre la vida y obra del genial cantante es mi particular homenaje a la figura de Germán Coppini y mi manera de darle las gracias por sus canciones.

1. A santa compaña: Con este nombre tan gallego bautizaron las Golpes Bajos su primer larga duración. Un discazo desde el primer segundo hasta el último. Un disco de esos que no puede faltar en ninguna lista de los mejores discos de la historia del pop español y, por supuesto, en ninguna discoteca de los aficionados a la buena música. Se grabó en los estudios Audiofilm, como toda la obra del grupo, en el mes de marzo de 1984 y fue producido por Luis Fernández Soria, Teo Cardalda y Pablo Novoa. La magnífica  portada fue idea del diseñador Francis Montesinos y nos muestra una foto, cuyo autor es Paco navarro, en la que se ve a los cuatro integrantes del grupo vestidos como aldeanas. Ambientes galegos para un disco con sonido internacional y unas canciones  que derrochan poesía en cada palabra: Cena recalentada, Fiesta de los maniquíes, Hansel y Gretel, Colecciono moscas, Escenas olvidadas, y así hasta diez. Mejor, imposible.    

2. Anónimos: En 2004, Coppini formó el grupo Anónimos, con músicos que habían militado en grupos importantes de la Nueva Ola, como Patacho Recio, Juan Jaren, Carlos Rodríguez, Ñete o Fernando Martín. Publicaron tan solo un mini-cd con cinco temas, en los que se incluía una versión del tema Tan lejos de la Décima Víctima junto con otros temas propios, como Del otro lado del ríoo Frida Kahlo 

3. Artesanía: Germán Coppini fue, ante todo, un artesano de la canción. Así se autodefinía en una entrevista que publicó El País en 2012, como un artesano al que le gustaba tomarse su tiempo a la hora de escribir. Quizás, por eso, hizo esas maravillosas letras, más cercanas al poema que a la canción propiamente dicha.

4. Brecht, Bertolt: El escritor alemán fue una de las grandes influencias del cantante santanderino. De uno de sus poemas más emblemáticos, Malos tiempos para la lírica tomó Germán el título para escribir la canción más famosa de todas cuantas compuso, incluida en su primer maxi.

5. Carabás: Título del tercer disco en solitario de Germán Coppini. Fue publicado en 1996, en la compañía independiente Nuevos Medios y grabado con músicos de la talla del armonicista Antonio Serrano o del saxofonista Jorge pardo. Jazz, bolero, cha-cha-cha y otros ritmos latinos para un disco con algunas canciones memorables, como Mujer pirata o No podrás. Un disco a reivindicar.

6. Devocionario: El tercer y último disco de Golpes Bajos fue un mini lp con seis canciones, entre las que destacaba un magnífico tema titulado Desconocido del que se hizo un bonito vídeo para el programa de televisión la Bola de Cristal. Devocionario se grabó en el mes de febrero del año 1985, en los estudios Audiofilm de Madrid, y de la producción se encargó el propio grupo con la colaboración técnica de Luis Fernández Soria. Aunque mucha gente piensa que estaba sobre producido, a mí me sigue pareciendo genial.

7. El ladrón de Bagdad: Tras la disolución de Golpes Bajos, Coppini ficha por la multinacional Hixpavox, que en aquel momento publicaba a algunos de los grupos más vendedores del panorama musical español, como Alaska y Dinarama y graba su primer disco en solitario: El ladrón de Bagdad. Diez temas que fluctúan entre los ritmos étnicos, el jazz e incluso el rap. Ahora me gusta mucho más que cuando fue publicado. Cosas de la subjetividad, supongo.

8. Flechas negras: segundo disco en solitario, tras El ladrón de Bagdad. Esta vez se trata de una colección de versiones más o menos libres de temas del soul, el punk, la psicodelia, etc. De la producción —flojita, flojita— se encargaron los Rebeldes Sin Pausa, muy solicitados en la época. Incluía algunos temas interesantes como la versión del Cuatro rosas de Gabinete Caligari o Barbazul, versión libérrima del Chain of fools de Aretha Franklin. 

9. Golpes Bajos: Entre 1983 y 1985, fue el grupo más elegante, personal y moderno de cuantos pululaba por los escenarios españoles. Su vida fue breve pero su legado aún pervive, cuando ya han pasado casi tres décadas de su disolución. Un maxi, un elepé (A santa compaña) y un mini-elepé (Devocionario). Apenas tres años de vida, veinte canciones y un buen puñado de conciertos por toda España. Lo tenían absolutamente todo: las letras de Coppini y las músicas de Cardalda, un sonido contemporáneo e internacional, una imagen moderna y atractiva. Geniales e imprescindibles. No se me ocurren otros adjetivos para hablar de ellos.

10. Hispanoamérica: Uno de los últimos proyectos de Germán Coppini fue ese maravilloso disco de versiones titulado América herida, en el que recuperaba, en clave de rock, quince canciones de autores como Víctor Jara, Violeta Parra o Atahualpa Yupanqui. Con dos cojones. Si no conoces este disco, te lo recomiendo fervorosamente. Y es que Germán amaba apasionadamente el continente americano, su poesía, su música, a sus gentes. Y este disco fue su manera de dar las gracias por toda esa música comprometida y combativa, por todos esos versos de lucha y dignidad que nos han llegado del otro lado del Atlántico. En la última entrevista que concedió, apenas unos días antes de su muerte, a la revista Efeeme, lo dejaba bien clarito: América Latina es un continente que me pilla muy de cerca, los poetas cantantes de América Latina (…) yo sigo pensando que menos mal que nos queda América, menos mal que nos queda América como liberación, como campo de cultivo para hacer cosas, corrientes, culturas, música; es un continente grandioso, poético, literario…

11. Izquierda: Germán Coppini fue un militante concienciado de la izquierda. Nunca ocultó su apoyo a la Revolución Cubana y no era raro verlo, en los últimos años en los que la apisonadora neoliberal está haciendo estragos, poniendo su arte al servicio de causas como las mareas en defensa de la sanidad o la escuela públicas o en defensa de los trabajadores de Telemadrid. En su última entrevista a la revista Efeeme, comentaba amargamente: Hace falta una unión popular cien por cien y tener las cosas claras y pedir lógicamente desde todos los foros la dimisión de este gobierno sí o sí, por todo lo que han engañado, por todo lo que se han llevado. Hay que intentar cambiar las cosas, este mundo está muy mal construido y a nivel político discrepo totalmente ( 

12. Las canciones del Limbo: Bajo este título tan gráfico, se publicaba en 2006 el que, a la postre, ha sido el último disco en solitario de Germán Coppini. Se trata de una colección de doce canciones que reúne temas de cinco proyectos diferentes del cantante santanderino. Once temas propios (entre los que destacan Daniel Jazz, Muchas graciasy Bienvenido a la familia) y una versión del Centro de gravedad permanente, de Franco Battiato sencillamente magistral. Escuchándolo uno no puede dejar de pensar lo miope que es la industria (por llamarla de alguna manera) musical española y lo grande que ha sido Germán Coppini.  

13. Lemuripop: En 2006, junto al DJ Alex Brujas formó este dúo que mezclaba poesía, sonidos electrónicos y sonidos orgánicos. Hicieron  dos discos bastante aceptables (Primo tempo y Todas las pérdidas crean nudos) y algunas canciones muy potentes, comoMundo en trance.

14. Los Cuatro Fantásticos: Grupo formado por Germán Coppini (voz), Javier Marsán (batería), Billy Villegas (bajo) y Pedro Andrea (guitarra) a mediados de los años noventa. Se trataba de un grupo de versiones que se montó con la idea principal de tocar en directo. Llevaban un repertorio basado en la canción italiana y francesa de los años cuarenta. Sólo dejaron grabada una versión de La chica de ayerde Nacha Pop para el disco homenaje a Antonio Vega, Ese chico triste y solitario.    

15. Malos tiempos para la lírica: Probablemente la canción por la siempre recordaremos a Germán Coppini. Incluida en su primer disco, aquel maxisingle con portada del pintor Ceesepe, del que despacharon en la época la nada despreciable cifra de veinte mil discos. Y todo ello desde la más absoluta independencia. Letra de Germán y música de Teo Cardalda. Me sigue emocionando como la primera vez que la escuché y eso que ya tiene más de treinta años y la he escuchado cientos de miles de veces. Sencillamente una canción mágica. Un regalo de los dioses. 

16. Nacho Cano: Tras la disolución de Golpes bajos, Germán colabora con Nacho Cano- Sí, el de Mecano. El resultado se llama Edición limitada, un disco con tres canciones, Dame un chupito de amor, Divina palabra y Pepito, el grilloen las que Germán pone las letras y Nacho, las músicas. En su día, sólo sirvió para que los talibanes de la autenticidad se rasgaran las vestiduras. Cuánta estupidez.    

17. Néctar: El último proyecto de Germán Coppini fue la unión con el grupo malagueño Néctar. Justo cuando preparaban la presentación de sus nuevas canciones, le sorprendió la muerte. 

18. Nuevos Medios: El sello independiente que fundó Mario Pacheco se encargó de publicar los tres discos originales de Golpes Bajos, así como su regreso a mediados de los años ochenta, el malogrado Vivo. También editó  Carabás y Las canciones del Limbo, el último disco en solitario de Coppini. 

19. Piratas: Iván Ferreiro, líder de la banda gallega, siempre ha contado que fue en un concierto de Golpes Bajos, contagiado por la fuerza y el magnetismo que generaba Germán Coppini, cuando decidió que su sueño de montar una banda y ser cantante, se iba  a hacer realidad. 

20. Punk: Los comienzos de Germán Coppini hay que buscarlos en el punk y en la marejada de grupos que nacieron en Gran Bertaña y los Estados Unidos a finales de los setenta: Sex Pistols, Clash, Buzzcoks, Siouxie and The Banshees, Ramones, New York Dolls, etc., influyeron de tal manera a un jovencísimo Germán Coppini que, desde aquellos días, toda su energía estuvo puesta al servicio de la música. 

21. República: Germán Coppini, republicano convencido y militante hasta la médula,  formó parte de la lista electoral para el Congreso de los Diputados por el partido Republicanos, una coalición de pequeños partidos políticos de carácter republicano y comunista. Ocupó el tercer puesto de la lista, que no obtuvo representación. Sobre la monarquía española dejó dicho poco antes de morir: esta monarquía ha llegado hasta donde ha llegado, lo único que ofrece es la monarquía de los banqueros, de la clase pudiente y hasta que este país no tenga una puesta a punto, una puesta a cero y se pueda hablar tranquilamente de proponer a la ciudadanía un cambio de régimen para que realmente haya una orientación válida, seguiremos hablando de lo mismo, seguiremos sufriendo. 

22. Rock Espezial: A comienzos de 1983, los Golpes Bajos, un dúo formado por Teo y Germán absolutamente desconocido por aquellos días, presentan una maqueta grabada con caja de ritmos, sintetizadores, bajo, guitarra y voz, al concurso de maquetas de la revista Rock Espezial. Aquella maqueta contenía cuatro canciones que, con el tiempo, alcanzarían la categoría de míticas: No mires a los ojos de la gente, Fiesta de los maniquíes, Malos tiempos para la lírica y Estoy enfermo.  El jurado, entre los que se encontraba Paloma Chamorro, les dio el primer premio por unanimidad.   

23. Siniestro Total: Fue la otra gran banda en la que militó Germán, junto con Julián Hernández, Miguel Costas y Alberto Torrado. Formados en Vigo en 1981, Germán cantó en el primer epé del grupo, el mítico Ayudando a los enfermos; en el primer elepé, Cuando se come aquí, y en el single Me pica un huevo/Sexo chungo. En 1983 abandona el grupo para dedicarse por completo a su nuevo proyecto, Golpes Bajos. Para la historia de la música española han dejado canciones como Ayatollah o Las tetas de mi novia, cantadas, cómo no, por Germán Coppini. 

24. Versiones: Si numerosas son las versiones que Germán Coppini hizo a lo largo de su carrera de las canciones que le gustaban y lo habían marcado, tampoco se quedan atrás las versiones que otros grupos y solistas han grabado de temas de los Golpes Bajos. Maga, La Habitación Roja, Sole Jiménez o el grupo de pop francés Spring han rendido su particular homenaje al mítico grupo gallego a través de sus canciones. 

25. Vivo: En 1998, Teo y Germán entierran el hacha de guerra y deciden reflotar Golpes Bajos. El resultado es Vivo, un disco en directo con músicos mercenarios, que no satisface las expectativas que los antiguos fans habían puesto en él. Juanma Bajo Ulloa se encargó de grabarlo en vídeo. Cuatro temas nuevos y nueve versiones de temas antiguos. A algunas canciones les cambiaron la letra, lo que descolocó completamente al personal. Eso sí, el sonido, impecable. Germán se sentía bastante mal con toda la historia de este disco.     

jueves, 26 de diciembre de 2013

No hay derecho, no hay derecho.



El Día 24 se murió el que fuera cantante de Siniestro Total, de Golpes Bajos, de Los Anónimos, el gran Germán Coppini. Tenía 52 años y había escrito algunas de las canciones más hermosas de las que se han compuesto en castellano. Canciones como “Malos tiempos para la lírica”, “Cena recalentada” o  “La virgen loca”, por poner sólo tres ejemplos de algunas de las que hizo con su grupo Golpes Bajos. Dejo para más adelante un artículo glosando su obra, tanto en los diferentes grupos en los que dejó su personalísima huella como su trabajo en solitario, que también lo hubo y bastante interesante, por cierto, aunque no fuera ni la mitad de famoso de lo que lo fue con aquel grupo irrepetible que fueron los Golpes Bajos. .
Escribo esto a toda pastilla porque desde que me enteré de la muerte del cantante santanderino (mucha gente piensa que era gallego, pero no es así) no paro de darle vueltas a esta reflexión: ¿Por qué se muere joven la gente que merece la pena? ¿Por qué la persona que escribió “Cena recalentada o Hansel y Gretel” tiene la mala suerte de morir a esa edad? ¿Por qué el destino, el azar, o lo que coño sea, nos priva de su inconmensurable arte? A ver, así, a bote pronto, se me ocurren tres mil o cuatro mil indeseables que podrían haber muerto en lugar de Germán Coppini. Supongo que cada cual tendrá su lista. Yo, al menos, la tengo. Por ejemplo, esa lista podría estar encabeza por George W. Bush. ¿Por qué no? ¿Para qué necesita la humanidad a ese pedazo de cabrón? La respuesta es obvia: para nada. Otro que podría estar en la lista es el Ministro de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España, José Ignacio Wert. O ya puestos, su jefe, el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En realidad, en mi lista están todos los ministros y ministras del Gobierno de España. Todos. No se salva ni uno solo de ellos. O Rouco Varela, ese cura facha y retrógrado que no para de dar por culo, oponiéndose al aborto, al sexo homosexual (bueno, y a todo tipo de sexo, salvo aquel que sirve para traer criaturas a este mundo hostil y malvado, aunque se vayan a morir de hambre dos semanas después de nacer). Esperanza Aguirre también ocupa un lugar preferente en mi lista, junto a Emilio Botín. Y Angela Merkell. La canciller alemana no puede faltar en cualquier lista de estas características. Lo mismo que Durao Barroso. Y las grandes fortunas del mundo. Por supuesto, esos también, que por culpa de ellos, anda la cosa de aquella manera. No voy a poner más nombres por no ponerme pesado, pero ya sabéis todos a quién me refeiro: a todos los Slims, a todos los Ortegas, a todos los Gates del planeta Tierra. 
Pero nada, todos esos se morirán de viejos, como Margaret Thatcher, como Franco, como Pinochet, después de haber disfrutado de una vida longeva y agradable, llena de lujos, aunque por sus actos no merecían sino todo lo peor que a uno se le pueda ocurrir. Puta muerte que se lleva a Coppini y nos deja a Bush. No hay derecho. No hay derecho. 

sábado, 21 de diciembre de 2013

99 RAZONES (a pesar de todo)



La lluvia. La noche. El océano. El vino. El deseo. El color azul del cielo. Una caricia. Una canción. Una novela negra. Una película de Coppola. Los paraísos perdidos. Un poema. Un verso. Un beso. La derrota. La victoria. Las guitarras eléctricas. Una rosa roja. Los jazmines blancos. La hierba verde. El agua fresca. El café amargo. Tu risa. Una lágrima. Un solo de trompeta. La verdad. La nieve. Los árboles. Las hojas secas. El otoño. Los fines de semana. La siesta. El amor. El ron de caña. Un cuadro de Picasso. Las bicicletas. La luna llena. Una manzana. Un mordisco. Tu saliva. Tus uñas en mi espalda. Tus braguitas sobre mi cama. El silencio. El viento. El teatro. La paz. Nueva York. La Habana. Los trenes. Las velas de colores. El olor a tierra mojada. La madrugada. Una cerveza bien fría. Una gota de rocío. Los delfines. Las ballenas. La comida italiana. Portugal. Las resacas. Los gatos callejeros. Una chimenea encendida. El pecado. El pescado. El reggae. El mes de abril. Los castillos góticos. El tango. Tu nombre. Tu pelo. Tus ojos. Tu pijama. El corazón. Una muñeca de trapo. La curiosidad. El pan caliente. Las sorpresas. Las mañanas. La radio. Las estrellas fugaces. El carnaval. Los disfraces. El pastel de chocolate. Paul Auster. Los sábados por la noche. La belleza. El universo. Un paseo matinal. Los largos días de verano. Las calles bulliciosas. El relato corto americano. Las infusiones. Los acantilados. Los bombones. Las mariposas. Los haikus. Los cortometrajes. El sur. Bob Dylan y tú.