miércoles, 24 de marzo de 2010

La ministra de defensa

El abuelo
de la ministra
de defensa
era ácrata,
libertario,
anarquista,
que es tanto
como decir
que no creía
en los ejércitos
como herramienta
para solucionar
los conflictos
entre los seres
humanos,
ni en el Estado
como herramienta
para organizar
sus vidas.
El abuelo
de la ministra
de defensa,
como buen
anarquista,
creía en la libertad
del individuo,
y en la autogestión
y la colectivización
como modelo
organizativo social
ideal.

La nieta
del anarquista,
hoy,
es ministra
de defensa
del gobierno
socialista.
Si el anarquista viviera,
y viera a su nieta
al frente
de las Fuerzas Armadas,
y la escuchara
argumentando
a favor de la presencia
de los soldados españoles
en conflictos lejanos
y oscuros
como el de Afganistán,
seguramente,
movería la cabeza
a derecha e izquierda
o viceversa
y murmuraría
para sus adentros,
joder, joder, joder

7 comentarios:

  1. El mantenimiento de la paz comienza por la autosatifaccion de cada individio.

    Dalai Lama.

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  2. El otro día deje un comentario que decía que se jodiera el abuelo, ya en su tumba, que no ha aparecido publicado. ¿Te pareció mal, irreverente, o quizá innecesario? ¿Crees que lo que tu opines o indiques sí está bien, necesario o digno de reverencia? Ay, Rafa, se te ve el plumero. ¿Es necesario ser sectario?

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  3. Querido Anónimo:
    efectivamente no publiqué tu comentario. Y no lo publiqué simplemente porque no me dio la gana. Es mi blog, por tanto, es mi derecho. Dices que se me ve el plumero. Pues sí, resulta que se me ve a la legua, entre otras cosas porque nunca he intentado lo contrario. Me gusta que se me vea y además bien claro. Pero se me ve con mi nombre y mis apellidos, es decir, tú sabes quien soy, pero yo no sé quién eres tú. No tengo ningún problema en publicar ningún comentario, absolutamente ningún comentario, sea cual sea la dirección que tome, siempre y cuando venga firmado con un nombre y unos apellidos. Hasta donde yo sé, Anónimo no es ni un nombre ni unos apellidos. Así que ya sabes, si tus comentarios vienen firmados, aparecerán sea cual sea su contenido (con tal de que se cumplan unas mínimas formas de cortesía). Si son anónimos, me reservo el derecho de admisión. Gracias y salud

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  4. Ok, compañero, ya lo tenía claro: la guitarra es tuya y la tocas cómo y cuándo quieres. Pero permíteme un resquicio de duda en tú razón para no publicar un comentario. ¿Por venir de un anónimo? Te soy y seguiré siendo anónimo, aunque reflejara un nombre y apellidos. Qué más te da si soy Rafael Pérez, Antonia García, Marcel Dupont o Gregori Vesa. Lo que seguramente no te da igual es que se opine en contra de tu sensibilidad.
    Fui el mismo que argumenté en otra ocasión contra las Brigadas Internacionales y alguna cosa más. Y lo hago por aversión a las opiniones que se identifican con alguna de las posturas al límite que se dieron en personas y colectivos en nuestra guerra civil. Principalmente, porque es mentira. Nosotros no podemos sentir desde nuestra cómoda sociedad de principios del XXI lo que aquella pobre gente de la España de los años 30 y por tanto, no actuamos igual. Y por tanto, es gratuito (insultante) identificarse o justificar cualquiera de aquellas posturas. El pasado es historia. ¿Tú, Rafa, funcionario con buen trabajo y bien pagado, o yo, más o menos de lo mismo, somos homologables con nuestros abuelos, seguramente jornaleros o pequeños propietarios en aquella Andalucía? Querer parecerlo resulta pueril afectación.
    Pero el blog es tuyo, y me encanta como escribes, tus relatos y tus temas. Aunque a veces, te encasquilles en una sola cuerda y la guitarra te suene a lata.
    Un saludo.

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  5. Querido Anónimo:
    como sigues siendo anónimo y no existe ni siquiera la pequeña posibilidad de enviarte un correo electrónico privado, pues no me queda otra que contestarte a través de estos comentarios (aunque no me agrada demasiado, vaya eso por delante): si firmas con un nombre, dejas de ser anónimo: alguien te conocerá, tal vez yo no, pero seguro que alguien habrá por ahí que te identifique. Y como no tenemos nada que ocultar ni nada de lo que avergonzarnos, pues escribimos nuestro nombre, que para eso lo tenemos. En fin, tampoco tiene la menor importancia. Si lees los comentarios antiguos de este blog, verás que no había problema en cuanto al anonimato. El problema se plantea cuando se falta al respeto. Y, en mi opinión (pura subjetividad) tu primer comentario lo hacía. Podrías haber escrito, por ejemplo, una frase del tipo, "Rafa, el abuelo tenía sus razones y la nieta, las suyas propias", que en el fondo, es lo que entiendo que quieres decir. Y sé que es así. Y efectivamente, amigo, nuestras motivaciones, vivencias, etc., etc., no son para nada las mismas de aquella gente. y no pienses que yo juego a ser Durruti. Ni que con mis escritos estoy tratando de volver a los años treinta. Nada más lejos de la realidad. Estoy muy bien donde estoy y siendo quien soy. Pero eso no quita que a mí me guste recordar, conmemorar, cantar a aquella gente, porque considero que son personajes históricos a los que la Historia (sí, la que va con mayúscula y la escriben los vencedores) los ha tratado francamente mal. Así que desde este pequeño rincón del mundo que es mi Margen Izquierda seguiré, de vez en cuando, dejando poemas, cuentos, textos, que hablen de aquellos anarquistas, que no tenían mi sueldo (que por cierto, no es tan grande, no te creas) pero que eran mucho más valerosos que yo.
    Como eres anónimo y desconozco si me conoces personalmente o no, simplemente te diré que no me molesta en absoluto que se opine en contra de mi sensibilidad. De hecho, estoy tan acostumbrado a que se opinie en contra de esta, que casi me atrevería a decirte que lo raro es lo contrario. ¡Que yo siempre apuesto a caballo perdedor! Así que no te preocupes, puedes opinar libremente y expresarlo del mismo modo. Lo único que te exijo es, como diría Kiko Veneno, un poquito de respeto. Y llevas toda la razón del mundo, a veces me encasquillo en una sola cuerda y la guitarra suena a lata, pero ahí si que no te prometo nada. Pueril afectación.
    Y bueno el blog es mío pero tampoco tiene sentido sino hay lectores. No dudes que eres bien recibido por aquí. Que conste.
    gracias y salud

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  6. Instrucción de orden cerrado.
    Hace años cuando hice la mili, sí yo también hice la mili pero el porque no viene a cuento, recuerdo que había instrucción que se denominaba de orden cerrado, con ella te enseñaban a desfilar en los paradas militares. Recuerdo eso de izquierda, derecha, izquierda, izquierda, izquierda, derecha, izquierda y vuelta a comenzar.
    Durante años la instrucción de orden cerrado me ha recordado a como se ha moldeado este mundo, los jefecillos de dios en la tierra te ordenan el paso que debes de marcar.
    Con la mochila al hombro cargada las piedras, con la que nos ha cargado la sociedad en que vivimos, o sobrevivimos según con el prisma que lo miremos.
    Con el uniforme para poder trabajar, o desfilar, según, dependiendo de la clase a la que pertenezcas o te atribuyan o creas que perteneces, la clase trabajadora son eso trabajadores, dejemos de tapujos, de controversias, de dogmatismos y demás, las clase medias inventadas por el capitalismo, no son nada mas que trabajadores que pueden cobrar mas o menos pastizal, no debemos olvidar que vivimos en una sociedad donde todo se compra con dinero, el problema es cuando nos olvidamos de donde provenimos en si y nos olvidamos quien oprimirá el gatillo que estrelle la bala contra nuestra sien.
    Con el fusil al hombro, cargado, pero sin mucho temor por parte de las autoridades competentes, tienen claro que la primera es de fogueo, y que cuando te decidas a vaciar el cargador tendrás encima a los defensores de lo establecido para impedirte que destruyas lo que tanto trabajo les ha costado construir, dígase el reino del saqueo, el espolio, la explotación, la incultura….
    Y continuamos con el izquierda, derecha, izquierda, los gobiernos de pantomima establecidos por el sistema da igual la extremidad que pongan en el suelo, después de la desaparición del muro, el peligro de un sistema socialista ya no existe, con lo cual, las socialdemocracias no tienen razón de ser y ellos lo saben, pero eso si, tienen que sobrevivir y a costa de lo que sea, reformas laborales, recortes de libertades, y esa es la izquierda que se materializa en estos momentos, una izquierda fuera de contexto, y con posturas que se aproximan mas a la derecha, que la propiamente dicha.
    Derecha, izquierda, luego tenemos a los sindicatos de la ostia, que se han convertido en una herramienta mas del sistema, convocan una huelga a destiempo y porque no les quedaba mas remedio, no sea que en las próximas elecciones se torne la instrucción de orden cerrado, después de el triunfo de la huelga, y digo triunfo porque lo ha sido, ¿sino porque el gobierno no da datos?, dicho sea de paso no gracias a lo sindicatos, sino gracias a opresión a la que se ven sometidos los trabajadores, ahora se plantean recoger quinientas mil firmas en contra de la reforma laboral, mas de lo mismo, izquierda, derecha, izquierda. Debe ser que no han aprendido nada de sus compañeros franceses, un pueblo en pie de guerra defendiendo los derechos de los trabajadores de las agresiones del sistema.
    Mientras tanto los que seguimos sintiéndonos lo que somos, reivindicando la memoria histórica, los derechos de los trabajadores, la cultura en manos del pueblo, un mundo donde se respire mejor, contra la violencia de genero, otro mundo diferente en total, los anarquistas, los comunistas, los sindicalistas de clase, la izquierda que toma al toro por los cuernos, seguiremos vertiendo nuestra opinión en los foros que hemos creado, en los que se nos permite hablar y opinar, aunque nuestra guitarra suene desafinada, aunque el discurso suene a hace treinta, cuarenta o cincuenta años. Porque mientras un oprimido levante la voz, las ideas no estarán dormidas.

    He publicado este articulo en mi blog haciendo una pequeña referencia al articulo y a los comentarios de opinión espero que no te moleste.

    Jose Pablo Cosano

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  7. En absoluto, José Pablo, me molesta que hagas referencias a mis textos. Muy al contrario, me siento halagado. Y completamente de acuerdo contigo...
    Salud, amigo

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