viernes, 14 de mayo de 2010

Carta abierta a Leire Pajín

Estimada Leire Pajín:
No sé muy bien cuál es la razón, pero últimamente siempre acaba usted apareciendo en mis conversaciones. Se habla de usted, por ejemplo, cuando en el descanso del trabajo tomamos un café y comentamos las medidas anticrisis que ha puesto en marcha el gobierno de Zapatero. Se habla de usted cuando el tema es la juventud de los políticos profesionales. Se habla de usted cuando se trata el tema de los salarios millonarios. Pero sobre todo se habla de usted cuando cualquiera quiere poner un buen ejemplo de lo que es vivir (de puta madre) sin dar un palo al agua. Como puede ver, a los españoles nos gusta hablar de usted. El único problema de todo esto es que lo que se suele decir de usted no es, precisamente, agradable. No sé cuánto de real existe en lo que se comenta a propósito de su sueldo (aunque más preciso sería hablar de “sus sueldos”, a tenor de lo que se dice por ahí) o si todo es una leyenda urbana, una especie de mito propagado por los del PP (hay que ver lo envidiosos que son estos tíos y la mala leche que se gastan) y por los curas, para desprestigiar a una política progresista (yo sé que a usted le gusta usar esta palabra para referirse a sí misma, por eso la uso, sin ánimo de ofender) con tan buena estrella como es usted (tan apañá, que dicen en mi tierra). Y es que se oyen unas cosas que ponen los pelos de punta. Se oye, por ejemplo, que usted, por ser senadora por la Comunidad Valenciana cobra 5.500 euros al mes. También se oye por ahí que usted, por ser Secretaria de Organización del Partido Socialista (un inciso: ¿este era el de Pablo Iglesias, verdad?) cobra 6.500 euros mensuales y que además, a todo esto, hay que añadir los 103.000 euros anuales que recibe como compensación de cuando fue Secretaria de Estado de Cooperación Internacional (un cargo que le venía como anillo al dedo, oiga usted). Además me ha dicho un pajarito que usted cobra 1823 euros mensuales en concepto de dietas y manutención, a pesar de que usted come prácticamente de gorra día sí y día también, teniendo en cuenta la gran cantidad de saraos, presentaciones de “cosas” diversas, mítines, reuniones, etc., etc., a los que usted, por motivos obvios (inherentes al cargo), asiste todos los días. Vamos, que usted sale mes sí y mes también a unos 20.000 euros. Resumiendo: si hemos de hacer caso a lo que se dice por ahí, en mi opinión, usted gana mucho dinero al mes. Tanto que no tendrá tiempo ni para gastarlo. Y todo eso con apenas 35 años. En cambio, mi padre, que tiene 78 y que ha trabajado toda su vida en el campo en condiciones durísimas, no llega a una pensión de 600 euros y el gobierno de su amigo Zapatero se la va a congelar (y para más inri mi padre es de los que confió en su amigo Zapatero y puso su pequeño grano de arena para que su amigo de usted fuese Presidente del Gobierno de España). Por otra parte, yo, que acabo de cumplir 40, que he estudiado la mayor parte de mi vida duramente para labrarme un futuro, con becas del Estado (evidentemente, por motivos obvios), trabajando los fines de semana y durante los períodos vacacionales, que acabé una carrera y conseguí aprobar una oposición estudiando duramente, que trabajo en un colegio situado en un barrio marginal (al que por cierto, el gobierno de su amigo José Antonio —llamadme Pepe, por favor— Griñán, no ayuda en absoluto) con todo lo que ello implica, gano 1780 euros al mes y el gobierno de su amigo Zapatero (a quien no voté, por cierto, porque yo estoy a la izquierda de usted y de su amigo Zapatero) me lo va a bajar un 5%. Así que qué puedo decir. Pues que usted y sus sueldos me dan una envidia tremenda (como buen español que soy, aunque no sea nada patriótico, sí que soy bastante envidioso) y, al mismo tiempo, me tocan los cojones. También puedo decir que usted de socialista tiene lo mismo que yo de científico astrofísico y que, en mi opinión, a usted habría que quitarle todos esos sueldos y dejarle una cantidad de, pongamos por caso, dos mil euros, que no está nada mal (aún así, usted seguiría ganando más que la mayoría de la gente de este país). También le puedo decir que usted y los que son como usted me producen, a partes iguales, asco y rabia. Y también le puedo decir que usted y los que son como usted tienen un morro del copón. Y que yo y los que son como yo, somos unos capullos integrales, básicamente por consentir que existan personas como usted y los que son como usted. En fin, usted ya me entiende. A propósito, los que me rodean dicen que me estoy volviendo una persona muy radical. Y a veces hasta yo mismo lo creo.
Salud

5 comentarios:

  1. Pues a la vista de como están las cosas, lo tuyo no está mal. Siempre hay que pensar como aquél que se quejaba de su mala situación hasta que vio que alguien recogía la paja del jergón que él tiraba.
    Tienes razón: lo de Pajín y los otros es un despropósito, porque cobran mucho y no cumplen su trabajo, o sea, una buena gestión. Tampoco yo los voté. Yo voté al PP y tampoco me han satisfecho. Pero creo que no puedo quejarme, al igual que la tuya mi situación creo que es aceptable. Peor es para tus padres o los míos (también pensionistas) y tantos otros más desfavorecidos. Aparte de la cuestión económica lo realmente decepcionante es el sentimiento de haber sido burlados, traicionada nuestra confianza. Yo, a diferencia de tantos, no tengo tendencia política pero confío en el sistema y en las instituciones y lo que espero de los que gobiernan no es ideología ni puñetas, ni que tiren para la margen izquierda o la derecha, sino que fluyan (la corriente nos lleva) y controlen la dirección con seguridad y pocos sobresaltos. Desde un principio no confié en Zapatero y siento haber comprobado que tenía razón. Salimos de buen puerto, con buen barco y bien equipado pero la tripulación era chapucera e infundiosa y todo ha ido bien mientras el viento era a favor. Sin embargo, en estos momentos difíciles hace falta talento, valentía y honestidad, cosas que el gobierno no tiene. Espero que se vayan pronto y los próximos (socialistas o no o lo que sean) puedan arreglarlo. Suerte.

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  2. Rafa, muy bueno, si no te importa, lo voy a imprimir y pasarselo a alguna gentuza. Besos de ahichar

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  3. Rafa me parece genial tu carta, es mas, deberia llegar a las manos da estos inútiles del gobierno aunque eso a ellos les resbala pues se lo pasan todo por el forrillo por lo menos que vean el descontento que hay. Besossss:)

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  4. Estoy algo desorientado. Por favor, Rafa, aclárame: a la izquierda de la izquierda, ¿eso por dónde cae? ¿Por la parte de atrás? ¿Es un atajo por donde se llega a ese sitio estrecho que nada más saltando un poquito te sitúas en la margen derecha?
    Quisiera saberlo porque viene bien para cuando el ambiente se enrarece darse el piro y ponerse con los del otro lado que parece que ahora lo tienen mejor.
    Salud, camarada.

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  5. ay, pillín, tú sabes muy bien por donde cae la izquierda de la izquierda, sobre todo cuando lo que se hace llamar izquierda no lo es en absoluto.
    salud, tavarich

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