lunes, 7 de octubre de 2013

The Tower of Song, de Leonard Cohen



En 1988, el músico y poeta canadiense Leonard Cohen publicó I’m your man, uno de los discos más personales de toda su carrera discográfica, que supuso un espaldarazo definitivo en su éxito mundial, ya que las ventas fueron extraordinarias, sobre todo en Europa (en España, donde nunca había alcanzado un número uno, llegó a esta posición en la lista oficial de ventas). 
Tras la experiencia de trabajar con otros productores, como Phil Spector (que había producido Death of a Lady´s man) y John Kissauer (productor por su parte de Various Positions), con las que Cohen no quedó demasiado satisfecho, sería el propio cantautor el encargado de dirigir la producción, que se caracterizó por un sonido donde predominaban los sintetizadores, lo que le daba unos aires futuristas, que no eran típicos del sonido Cohen hasta la fecha. En el disco había varios temas impresionantes, que han quedado entre lo mejor de toda la carrera de Leonard Cohen. Allí estaban por ejemplo, First, we Take Manhattan, Everybody Knows o Take this Waltz, adaptación del poema lorquiano Pequeño vals vienés, incluido en Poeta en Nueva York, la obra cumbre del poeta de Fuentevaqueros.
El disco se cerraba con la que para mí es la mejor canción de toda la colección y probablemente una de las mejores de toda la obra de este inmenso músico: The Tower of Song. Una brillante reflexión sobre el mundo de la música, sobre la soledad del artista, y sobre la fragilidad de la fama, que contiene esos maravillosos versos, repletos de ironía, en los que el viejo Leonard canta, con su voz brumosa, “I was born like this, I had no choice / I was born with the gift of a golden voice (Nací así, no tuve elección / nací con el don de una voz de oro).

De este tema existen numerosas versiones. Os propongo un viaje por algunas de estas interpretaciones. Para empezar, la versión original de Leonard Cohen, la que viene incluida en el álbum I´m your Man. Continuamos con una de mis favoritas, la de los australianos Nick Cave and The Bad Seeds. La tercera lectura corresponde a una mujer, Marianne Faithful. Después le toca el turno a la única que he encontrado en español, la del cantante Carlos Ann. Y para terminar, lo hacemos con la versión que el grupo de los hermanos Redd, The Jesus and Mary Chain, incluyeron en su álbum The Sound osf Speed, una versión donde las guitarras afiladas adquieren todo el protagonismo. Hay otras muchas versiones, a cargo de Tom Jones, Martha Wainwright, U2 acompañados por Cohen, etc. Espero que os guste el experimento y que no quedéis empachados. A disfrutar. 

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