En la edición impresa de hoy (24 de febrero de 2011) del diario Ideal de Granada, en la sección Cartas al Director, aparece esta carta escrita por mí.
Sr. Director:
Soy el padre de una alumna del CEIP Sacratif de Carchuna y me gustaría denunciar la grave situación de deterioro de las instalaciones del centro. Desde hace unos tres años, el tejado del colegio presenta numerosas goteras. Con las fuertes lluvias de las últimas semanas, las goteras se han convertido en una enfermedad crónica. Las autoridades de la ELA, que son las responsables del mantenimiento del centro, hace tiempo que se olvidaron de sus obligaciones. No se arreglan los cristales que se rompen, ni las persianas, ni los enchufes, etc. Hay constantes cortes de luz en el centro porque la instalación eléctrica es ínfima. Por supuesto, todo esto conlleva un peligro para nuestros hijos. Me consta que por parte del equipo directivo se han denunciado estos hechos en innumerables ocasiones tanto ante la ELA como ante la Delegación de Educación de Granada. No obstante, nadie parece darse por enterado.
Por otro lado, desde hace un tiempo el patio del colegio se ha convertido en el botellódromo del pueblo. Así que no es nada raro que, algunas mañanas, cuando nuestros hijos llegan al colegio, los restos de botellas rotas, cajetillas de tabaco vacías, etc., estén esparcidos por las instalaciones del colegio. El colmo de esta situación se dio hace unos días cuando una niña encontró una jeringuilla.
Ante estos hechos me pregunto: ¿Los niños de Carchuna no tienen derecho a tener un colegio digno? ¿Los hijos de Álvarez de la Chica van a un colegio tan deteriorado como el de mi hija?
Atentamente
Rafael Calero Palma
Sr. Director:
Soy el padre de una alumna del CEIP Sacratif de Carchuna y me gustaría denunciar la grave situación de deterioro de las instalaciones del centro. Desde hace unos tres años, el tejado del colegio presenta numerosas goteras. Con las fuertes lluvias de las últimas semanas, las goteras se han convertido en una enfermedad crónica. Las autoridades de la ELA, que son las responsables del mantenimiento del centro, hace tiempo que se olvidaron de sus obligaciones. No se arreglan los cristales que se rompen, ni las persianas, ni los enchufes, etc. Hay constantes cortes de luz en el centro porque la instalación eléctrica es ínfima. Por supuesto, todo esto conlleva un peligro para nuestros hijos. Me consta que por parte del equipo directivo se han denunciado estos hechos en innumerables ocasiones tanto ante la ELA como ante la Delegación de Educación de Granada. No obstante, nadie parece darse por enterado.
Por otro lado, desde hace un tiempo el patio del colegio se ha convertido en el botellódromo del pueblo. Así que no es nada raro que, algunas mañanas, cuando nuestros hijos llegan al colegio, los restos de botellas rotas, cajetillas de tabaco vacías, etc., estén esparcidos por las instalaciones del colegio. El colmo de esta situación se dio hace unos días cuando una niña encontró una jeringuilla.
Ante estos hechos me pregunto: ¿Los niños de Carchuna no tienen derecho a tener un colegio digno? ¿Los hijos de Álvarez de la Chica van a un colegio tan deteriorado como el de mi hija?
Atentamente
Rafael Calero Palma
normalmente somos testigos de cosas así
ResponderEliminary protestamos para nuestros adentros
muy pocos se toman la molestia
de ser la voz de otros
y no es por maldad
es simplemente por desidia
me tranquiliza saber
que hay personas como tú por el mundo
gracias por ser infatigable,
intentaré tomar ejemplo