Tengo una pistola.
A veces la saco
del estuche negro de madera
donde la tengo guardada.
La miro.
La acaricio.
La mimo.
Hablo con ella
como se habla a los gatos.
Me pongo frente al espejo
y digo con voz grave,
Alto a la guardia civil,
sólo por sentirme importante.
O también:
Arriba las manos. Esto es un atraco,
por sentir lo que siente un delincuente.
Otras veces,
simulo que soy Kurt Cobain
y que me vuelo la tapa de los sesos.
Luego,
la vuelvo a dejar
en su estuche negro de madera.
Bien guardada.
Sólo por si las moscas.
(De Versos de alambre de espino, Editorial Alhulia, 2009)
Víctor Cabezuelo: «Me encanta pasear con mi perro por la playa y Pixel art»
-
A punto de arrancar una gira por México con su banda, Rufus T. Firefly,
Víctor Cabezuelo nos adentra en su imaginario más particular.
Efe Eme - Diario de...
Hace 2 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.