La encontré una tarde de lluvia y poesía,
solitaria, en el bullicio de un bar,
sentada, supuse, ante una taza de té.
Vestía de negro y parecía perdida
buscando el camino de vuelta
entre el humo azul de su último cigarrillo.
Pensé: me gustaría ser su ángel de la guarda.
(Hablando de amor con el cobrador del frac, Editorial Alhulia, 2004)
2 poemas de Christian Mingorance Gijón
-
*DERECHO CONSTITUCIONAL*
*A Antonio Orihuela, porque la revolución comienza entre las palabras.*
Lo políticos de mi país
debaten a diario s...
Hace 4 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.