Todos estamos hasta los cojones (o hasta el coño, tanto da) de algo o de alguien. Os invito a que dejéis en este blog vuestras quejas (podéis hacerlo en los comentarios a esta entrada), aunque sólo sirvan de desahogo momentáneo. Para empezar, dejo mi queja:
Estoy hasta los cojones de las hordas de veraneantes maleducados, vocingleros, irrespetuosos que han tomado al asalto Salobreña, sus calles, sus supermercados, la biblioteca, la playa, etc. Dejad de jodernos con vuestra mala educación, cabrones. Gracias.
Estoy hasta los cojones de las hordas de veraneantes maleducados, vocingleros, irrespetuosos que han tomado al asalto Salobreña, sus calles, sus supermercados, la biblioteca, la playa, etc. Dejad de jodernos con vuestra mala educación, cabrones. Gracias.
Vale, ahí llevas mi queja: yo estoy hasta los cojones de mi jefe y sobre todo de su mujer, que no deja de dar la lata con sus órdenes estúpidas (trabajo en una cafetería)y también estoy hasta los cojones de este trabajo.
ResponderEliminarJ.
Pues yo estoy hasta los cojones de que mis vecinos me jodan las siestas con sus gritos.
ResponderEliminar...de tu ego.
ResponderEliminarHasta los cojones 1ª parte
ResponderEliminarEstoy hasta los cojones de Zpresidente
y su incompetencia, incapaz de sacarnos de esta
borrasca económica.
Hasta los cojones del facista de Mariano Rajoy
por su mala baba.
Hasta los cojones de la gente que piensa que Barack Obama será el nuevo "Mesias" del siglo XXI
Hasta los cojones de que las superpotencias manden cohetes a la luna y no manden alimentos y medicamentos al continente africano.
Piwi.
Hasta los cojones 2ª parte
ResponderEliminarEstoy hasta los cojones de los bares de la Plaza de los Naranjos y de su música informatizada y putrefacta.
Hasta los cojones de que en mi trabajo el cliente siempre crea que lleva la razón.
Hasta los cojones de que nuestra vecina "Angelines" siga desaparecida.