El músico ambulante,
agotado, se detiene.
Se limpia el sudor.
Bebe un largo trago
de agua fresca.
Respira profundamente
el olor a salitre
que arrastra la tarde.
Luego, silbando una vieja
canción de Radio Futura,
sigue su camino
entre el terciopelo
de las flores
y las blancas paredes de cal.
A lo lejos, el llanto de un niño
quiebra la quietud de la siesta.
(Poema incluido en mi libro La mirada del jazz, Editorial Alhulia, 2006, dedicado, obviamente, al músico más importante de este país: Santiago Auserón.)
frío polar en la librería rafael alberti
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Ho, ho, ho.
No soy Papá Noel, pero el próximo miércoles 27 a las 18.30h llevaré* Frío
polar* (Tusquets, 2024) a la librería Rafael Alberti de Madrid.
Me...
Hace 5 horas
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