domingo, 14 de septiembre de 2014

Ayer me compré un disco de Mari Trini



Ayer me compré un disco de Mari Trini. Sí, has leído bien. Mari Trini. La misma Mari Trini que popularizó aquella canción titulada “Una estrella en mi jardín”. El disco que me compré ayer se titula Escúchame. Un maravilloso elepé que supuso el tercero en la larga discografía de la cantautora murciana. Es un álbum de 1971, es decir, de cuando yo aún llevaba pañales y probablemente ni siquiera andaba a gatas. Y no sé si te lo vas a creer o no, pero es la segunda vez que me lo compro. Ya me pillé otro ejemplar hace unos años en un mercadillo de segunda mano, pero estaba en muy malas condiciones y apenas se podía escuchar. Este ejemplar que me he comprado ahora está muy, pero que muy bien. La funda está en muy buen estado y el vinilo no tiene ni una sola herida de guerra. Vamos, que se escucha perfectamente. Y para rematar la faena, tan solo me costó cinco euritos. Un triunfo absoluto.
Hay mucha gente que se piensa que Mari Trini era una cantante hortera y petarda al estilo de, no sé, pongamos por caso… Bueno, mejor no damos ejemplos, que luego la gente se mosquea. Los que piensan esto de Mari Trini comenten un gran error y una gran injusticia. Mari Trini fue una magnífica cantante y compositora. Este tercer disco incluía temas de Patxi Andión (“Canción vieja”), de Becaud (“Me marcharé”), de Jacques Brel ((“La fanette”), de Moustaki (Milord”), y de otros autores menos conocidos, pero también había entre los surcos de Escúchame composiciones de la propia Mari Trini. De hecho, la canción que más me gusta de todo el álbum es “Yo no soy esa”, todo un clásico de la música española, compuesta y escrita por ella misma. La letra de esta canción es muy, pero que muy potente. Un canto a la libertad individual y al amor lésbico. Una pasada. Y más si tenemos en cuenta el año en que se grabó y el país que le tocó a la criatura en suerte. Escúchame fue producido por el genial Rafael Trabucchelli (había nacido en Italia pero desarrolló en España su carrera profesional) y los arreglos son de otro gran músico de la época, Waldo de los Ríos (excepto el de “Yo no soy esa”, que es de Miguel Ramos). Para quien no lo sepa, tenemos que decir que Trabucchelli fue el primer gran productor de la música española, inventor de lo que se dio en llamar el “sonido Torrelaguna” (se llamó así porque los estudios de Hispavox estaban en la calle Torrelaguna de la ciudad de Madrid) y produjo éxitos internacionales como el famosísimo “Himno a la alegría” que cantó por todo el mundo Miguel Ríos. Además también fue el productor de gente a la que admiro muchísimo como Pic Nic (el primer grupo en el que cantó Jeanette) y Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. El sonido Torrelaguna se caracterizaba por sus arreglos para grandes orquestaciones, lo que producía un sonido de una elegancia que, la verdad sea dicha, aún hoy, cuando han pasado más de cinco décadas de muchas de estas producciones, sigue sorprendiendo por su modernidad.  
Sólo me queda añadir, que estoy muy contento con mi segundo ejemplar de Escúchame y que presiento que en las próximas semanas sonará bastante en mi tocadiscos.

    

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