Queridas amigas y amigos:
A partir de este mes, voy
a otorgarle a un personaje público el premio a neoliberal del mes.
Indudablemente, el premio se lo llevará la persona que durante un mes, haga más
en favor del neoliberalismo, ese sistema financiero que pergeñaron las meninges
(podridas) del economista Milton Freeman y que está cubriendo de espesa mierda
nuestro país.
Y ya, sin más dilaciones,
paso a anunciaros lo que todos vosotros estáis ansiosos por conocer, el nombre
del primer ganador del premio “Neoliberal del mes”.
Señoras y señores, ladies
and gentlemen, el ganador de la primera edición de los premios
"Neoliberal de mes", es, el ínclito, el exceso, el conspicuo, el
miembro del Consejo de Administración de Gas Natural, el hombre de los mil y un
sueldos, el genio de los bonsáis, don Felipe González Márquez, ese siniestro
personaje que dirigió los destinos de esta nación, entre 1982, año de la
victoria triunfal, y 1996, año de la dulce derrota.
A pesar de que la terna
final que optaba al premio era francamente importante, el ex presidente del
gobierno por el PSOE ha vencido en la última ronda de votaciones. Y es que el
señor González (por favor, no confundir con el Señor X) ha hecho méritos más
que sobrados para alzarse con este laudable galardón. Veamos.
A su favor están, sin
duda, sus recientes declaraciones sobre la gran coalición PP-PSOE, para que,
tras las próximas elecciones generales, dirija los destinos de la pobre España.
Según González, lo que de verdad necesita este país es que los dos grandes
partidos se unan en un gran equipo, y se dejen de tirar los trastos a la
cabeza, y formen un gobierno de concentración nacional que acabe de una vez por
todas con lo poco que queda del estado de bienestar, siguiendo el modelo
alemán. Y aunque aún no se ha manifestado al respecto, porque no ha tenido
tiempo, ya que estaba muy ocupado contando las ganancias del mes de mayo,
estamos seguros de que Emilio Botín comparte esta magna idea.
Pero mientras llega esa
gran coalición entre las dos grandes fuerzas neoliberales españolas, el que
fuera el hombre más importante de este país durante gran parte de la década de
los ochenta y de los noventa, se entretiene haciendo declaraciones como las que
ha hecho recientemente sobre Podemos y su éxito en las elecciones europeas. Al
parecer, González se ha sentido un pelín mosqueado porque se le considere un
“hombre de la casta”. ¡Él, que tanto ha hecho por este país, que nos dio las
becas y las pagas no contributivas, y puso en marcha el sistema nacional de
salud, y la escuela privada-concertada, y así se lo pagamos! ¡Qué ingratos
somos los españoles, copón! Así que ha decidido sacar la artillería pesada y ha
declarado en un foro llamado “Democracia sin política” (toma ya): “Una
alternativa bolivariana para España y para Europa sería una catástrofe sin
paliativos.”
Parece ser que Felipe
González no se ha enterado todavía de cómo en Venezuela, Uruguay, Bolivia o
Ecuador, se han reducido drásticamente los índices de pobreza en los últimos
años, cuando han llegado al poder esos gobiernos que él, despectivamente,
califica de “regresivos”, mientras que en España, sin ir más lejos, siguiendo
los dictados del FMI, del BCE, de la OCDE y de los demás organismos
neoliberales que tanto le gustan a él, cada día hay más pobreza, sobre todo
entre los niños. Está claro que al insigne socialista lo que le ponía de verdad
eran los gobiernos “vanguardistas” como el de sus amigos Carlos Andrés Pérez,
Calos Saúl Menem o Carlos Salinas de Gortari, tres preclaros hombres del
neoliberalismo hispanoamericano, que robaban a los pobres para repartirlo entre
los multimillonarios.
El jurado, a la hora de
otorgarle el premio a Felipe González ha tenido en cuenta, no sólo estas
declaraciones recientes, que también. Por supuesto, no queremos ni podemos
olvidarnos de las grandes contribuciones del líder socialdemócrata a algunos
asuntos de vital importancia en la sociedad española, como la corrupción en sus
múltiples facetas, la guerra sucia contra el terrorismo, las torturas en las
cárceles, las reformas laborales que dejaron con el culo al aire a cientos de
miles de trabajadores, las reconversiones industriales, la financiación ilegal
de su partido, etc., etc.
Enhorabuena, Señor
González, por ser nuestro primer Neoliberal del mes.
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