Un año sin Antonio Ferrero

Hace unas semanas se cumplió el primer aniversario de la muerte de nuestro amigo, camarada, maestro, Antonio Ferrero. Así que sus compañeros del Ateneo Republicano de la Alpujarra nos convocaron a un grupo de mujeres y hombres para conmemorar la memoria de ese gran hombre que fue Antonio. El acto tuvo lugar el pasado sábado, a las seis de la tarde, en el colegio de La Rábita, el pequeño pueblo granadino donde nuestro amigo dejó su mágica estela como maestro durante varios años.

Como digo, nos juntamos un buen puñado de mujeres y hombres, de todas las edades, de procedencias distintas pero compartiendo todos una misma causa común: la de la amistad que nos profesó Antonio.

El acto, presentado por su gran amigo José Antonio Berenguer, estuvo lleno de palabras hermosas, de teatro, de poesía, de música, de compromiso y de risas y algún que otro llanto, que también los hubo.

Tomaron la palabra algunos de sus amigos, como Juan Francisco Arenas de Soria, José Luis Martín Puga, Paco Olvera o yo mismo, que tuve la oportunidad de leer un par de poemas dedicados a la memoria de mi amigo. Ni que decir tiene que todas las intervenciones destacaron las cualidades de este hombre combativo y aguerrido, valiente y vehemente, solidario y sensible. Los aspectos negativos, que como todos los seres humanos también los tenía, se quedaron fuera de aquellas cuatro paredes. Quizá el momento más emotivo de la tarde tuvo lugar cuando Carmen, la hermana de Antonio, tomó la palabra para leernos una carta que él le había escrito hacía muchos años y en la que hablaba de la amistad y de los amigos, el tesoro más grande que cualquier persona puede tener. Y al final brindamos con una copa de vino a la memoria de Antonio, que nos dejó físicamente hace un año, pero que sigue teniendo un rinconcito en nuestros corazones, en el de todos y cada uno de los que el sábado nos juntamos para honrar su memoria. ¡¡¡Se te echa de menos, compañero!!!