El día cuatro de febrero de 1999, un hombre llamado Amadou Diallo murió asesinado en las calles de Nueva York. Esto tiene poco de particular. En realidad son cosas que pasan, pensarán algunos. En una ciudad como Nueva York muere gente a cualquier hora del día o de la noche de manera violenta. No obstante, la historia de Amadou sí tiene algo de particular. Y es que este hombre, africano, guineano para más señas, 23 años, que había emigrado a los Estados Unidos buscando la tierra prometida, encontró la muerte a manos de la policía de Nueva York. Amadou recibió 41 disparos cuando cuatro agentes confundieron su cartera con una pistola. Cuarenta y un disparos. No uno, ni cinco, ni veinte. No. Cuarenta y uno. Amadou no era un delincuente, no traficaba con drogas, ni había cometido ningún tipo de delito. Sólo trataba de matricularse en la universidad para estudiar informática y poder buscarse la vida de la mejor manera posible. Muchos son los que han contado la historia de Amadou en canciones, películas, poemas, etc. Bruce Springteen escribió una canción a la que llamó "American Skin (41 shots)" que levantó una terrible polvareda. La Policía de Nueva York intentó por todos los medios silenciar al Boss, pero, evidentemente, no lo consiguió.
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