miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mil ciento cincuenta y seis días



A la memoria de mi padre

Mil ciento cincuenta y seis días 
y aún puedo sentir
el olor dulce de tu piel.

Mil ciento cincuenta y seis días 
y aún me hipnotiza  
el brillo de tus ojos.

Mil ciento cincuenta y seis días 
y aún me estremezco
si pienso en tu risa fresca.

Mil ciento cincuenta y seis días 
y aún soy capaz de verte
segando la hierba, cavando la tierra.

Mil ciento cincuenta y seis días 
y no he dejado
de pensar en ti
ni uno solo de esos
mil ciento cincuenta y seis días. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.