jueves, 28 de noviembre de 2013

Tiempo de mentiras



Estamos viviendo estas últimas semanas una contraofensiva por parte del gobierno, con el Presidente a la cabeza, y de destacados miembros del Partido Popular, llena de mentiras. Les ha dado por decir que la crisis ya se acaba, que los indicadores económicos dicen que se le está dando la vuelta a la situación, que a partir de ahora viene lo bueno, que patatín que patatán. Por poner sólo un par de ejemplos que ilustran esta afirmación, hoy mismo, en el colmo de la desfachatez, Rajoy ha negado la mayor: Según él, desde que entró en vigor la reforma laboral que puso en marcha su partido, en España se ha parado la destrucción de empleo. Pero las matemáticas, tercas como una mula, dicen que, sólo en los últimos doce meses, se han destruido 497. 100 empleos —esta cifra está sacada de la Encuesta de Empleo Activa (EPA)— y ayer, en un acto en Madrid acompañando al Presidente de la Generalitat Valenciana, Rajoy dijo que la sociedad española va a recibir con creces mucho más de lo que ha perdido en estos años de crisis-estafa, como si dentro de unos meses, a las familias que el banco les ha quitado su vivienda, les fuesen a devolver no una sino dos casas. O como si aquellos que han sido despedidos de su trabajo, se les presentaran varias oportunidades de empleo para elegir la más jugosa. O como si todas las personas que hemos visto disminuido nuestro sueldo, con la pérdida consiguiente de poder adquisitivo, fuésemos a recuperarlo, de la noche a la mañana, por arte de magia. Y eso por no hablar de la pérdida de calidad democrática —algo realmente difícil de cuantificar— que la sociedad española ha venido sufriendo desde el año dos mil ocho hasta ahora. O el empeoramiento de servicios, como el que se ofrece en las escuelas e institutos, en los centros de salud y en los hospitales, etc.
Mentira. Todo mentira. Y ellos lo saben. Lo saben todos. Desde Rajoy hasta el último ministro. Lo sabe Doña Finiquita, como llaman en El intermedio a Cospedal, y lo sabe Alonso. Y González Pons. Y Floriano. Y Martínez-Pujalte. Todos saben que España va mal. Porque una cosa es que baje la prima de riesgo y otra cosa muy distinta es que la gente tenga dinero para ir el supermercado o para pagar el agua, la luz y la calefacción. Pero ahora toca decir que la crisis ya es cosa del pasado, que ya no se destruye empleo, que ahora la cosa va a ir de puta madre y otras mentiras por el estilo. Se ve que como ya mismo tocan elecciones, a los asesores de imagen del PP les han entrado las prisas por combatir el estado de las cosas. A partir de ahora, ya no volveremos a escuchar en los telediarios términos como recesión, destrucción de empleo, desahucios, y otros similares. A partir de ahora, los del PP y sus voceros en los medios de comunicación sólo hablarán en positivo. En las próximas semanas tocan términos como estabilizar, crear, emprender y otros verbos parecidos que nos llenen los corazones de esperanza. Así que mucho me temo que a todos los eufemismos que hemos ido escuchando en estos años referidos a los impuestos, a las condiciones laborales, etc., se unirán, ahora, otros muchos, que tal vez consigan maquillar la realidad, pero que no la cambiarán, por mucho que ese sea el objetivo final.

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