un olivo con sus manos
y son Federico García Lorca
escribiendo en Nueva York
y la lluvia bajaba por las calles decidida a mojar el corazón.
Hay hombres que riegan
la tierra con el sudor de su frente
y son Antonio Machado en Colliure
anotando bajo la nieve
Estos días azules y este sol de la infancia.
Hay hombres que siegan la espiga
con el dolor de sus huesos
y son Miguel Hernández en la cárcel
de Alicante preguntándose
¿Para qué quiero la luz si tropiezo con tinieblas?
Hay hombres que arrancan el mineral
de las entrañas de la tierra
y son Rafael Alberti en Buenos Aires
gritando de rabia al mundo
hasta a la mar la sangre quita el sueño.
Hay hombres que se enfrentan
a la injusticia, a la mentira, a la infamia
y son León Felipe en la España destrozada
de 1938, quejándose amargamente
Ya no hay locos, amigo, ya no hay locos en España.
Fantástico el camino que nos haces recorrer de la mano de los grandes en tus estrofas. Hoy más que nunca, poesía necesaria...
ResponderEliminarSaludos.