No sé si os habéis enterado (yo lo acabo de hacer) de que regresa Diego
Valderas. El que fuera presidente del Parlamento andaluz y
Vicepresidente sin funciones del Gobierno de Griñán, primero, y Susana
Díaz, después, regresa a lo que más le gusta: vivir del erario público.
Este es, en mi opinión, uno de los personajes más maquiavélicos de la
política española. Su ambición llevó a IU a entrar en un gobierno que
perjudicó a la organización enormemente, haciéndoles
perder credibilidad a manos llenas. Ahora Susana Díaz le ofrece un
puesto de comisario de la Memoria Histórica, un caramelito envenenado
para dar por culo a Antonio Maíllo y a IU, para meter cizaña y para
joder, que es, en definitiva, el deporte favorito de Susanita. Y el
Valderas, que pierde el culo por pillar cacho, acepta convencido de que
está ahí por sus méritos, que por cierto, brillan por su ausencia. Este
es el nivel de la política andaluza. Así nos va.
Criaturas impermanentes
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Hay personas que para coger algo de su bolsillo
abren con sus dedos los dos extremos
haciendo un triángulo,
ponen la oreja,
y escuchan si hay algo en...
Hace 7 horas
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