jueves, 17 de mayo de 2012

Fascismo

En los últimos tiempos, estamos asistiendo en todo el continente europeo a un auge preocupante del fascismo. Las opciones de extrema derecha están consiguiendo en los últimos procesos electorales celebrados a lo largo y ancho del continente europeo, resultados impensables tan solo hace unos años. En Grecia, el partido Amanecer Dorado, de tendencia nazi, obtuvo un siete por ciento de los votos emitidos el seis de mayo en las elecciones generales del país heleno, lo que se traduce en que tendrán 21 diputados en el Parlamento Griego. En Francia, Maríne Le Pen, la candidata del Frente Nacional francés, de extrema derecha, obtuvo el 20 por ciento del los votos emitidos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de la República Francesa. En Italia, la Liga Norte ha gobernado en coalición con Silvio Berlusconi hasta hace bien poco. Y en Finlandia, el partido de ultraderecha Auténticos Finlandeses se ha convertido ya en la tercera fuerza política del país, con 39 escaños de los 200 que hay en el parlamento de ese país.
Pero no sólo en estos dos países se observa un importante crecimiento de posturas fascistas. También en Austria, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, Gran Bretaña, Hungría, Rusia, e incluso en la pacífica y otrora acogedora Suiza la ultraderecha fundamentalista viene pisando con bastante fuerza.
Lo peor de todo esto es que en torno a un cuarenta por ciento del apoyo que reciben estos partidos en cada uno de sus países, proviene de las clases populares más desfavorecidas, es decir de los obreros del extrarradio de las grandes ciudades y, principalmente, de los jóvenes y los jubilados, espoleadas por un discurso ultranacionalista —con un fuerte componente islamófobo— y xenófobo, que culpa de todos los males por los que atraviesan sus países a los inmigrantes, ya sean regulares o irregulares, sin tener en cuenta que el trabajo de estos inmigrantes ha sido, es y seguirá siendo fundamental para sostener el estado de bienestar en toda Europa.
¿Y en España qué ocurre con la extrema derecha? En mi opinión, exactamente lo mismo que en el resto del continente europeo. La ultraderecha fundamentalista española está en alza. La única diferencia es que en nuestro país, la ultraderecha ideológica no pivota en torno a pequeños partidos de estética militar o cabezas rapadas, sino que está completamente integrada en el Partido Popular. Olvídense de los grupúsculos tipo Falange, España 2000, etc. Aquí no vamos a asistir a la proliferación de  partidos de esa calaña porque ya se encarga el PP, junto con sus voceros de la prensa y las televisiones ultras, de que las políticas más derechistas salgan adelante. Y si no, díganme: ¿Qué es, sino una política de tintes fascistas, negarles a los inmigrantes el derecho a la asistencia sanitaria? ¿Qué es, sino una política de tintes fascistas, negar a los jóvenes cuyas familias no sean ricas el derecho a estudiar en la Universidad? ¿Qué es, sino una política de tintes fascistas, la negación absoluta de los derechos de gays y lesbianas? ¿Qué es, sino una política de tintes fascistas, limitar la libertad de manifestación? ¿Qué es, sino una política de tintes fascistas, el desmantelamiento del sistema de bienestar que el PP ha puesto en marcha?

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