Primero
me engatusó
con sus artimañas
Después,
cuando comía
de su mano,
me robó
el corazón.
Por último,
huyó muy lejos,
a un lugar
donde resultase
imposible
seguir
su rastro.
el abrigo de isabel garnelo, mi magdalena de proust
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Hay personas que se pasan la vida pretendiendo ser algo, ser alguien. Hay
personas discretas, por no decir silenciosas, que son sin saberlo. O quizá
lo s...
Hace 16 horas
Que hijaputa......
ResponderEliminarLo mismo me ocurrio a mi, pero era hijoputa.
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