domingo, 1 de septiembre de 2024

ELVIS

Elvis nació un frío 8 de enero del año 1935, en Tupelo, en el estado de Misisipí, en los Estados Unidos de Norteamérica.

Elvis tuvo un hermano gemelo, que nació 35 minutos antes que él, muerto. La madre de Elvis tenía 22 años cuando él nació y se llamaba Gladys.

Elvis grabó toneladas de canciones y participó en un montón de pelis a cada cual más mala, a cada cual más insulsa, con menos cuerpo, con menos vida.

De todos los discos que grabó Elvis, el que más me gusta es uno que se titula From Elvis to Memphis, que quiere decir De Elvis a Memphis, y que tiene unas cuantas canciones que tiran de espaldas, como “Wearin’ that loved on look”, “Any Day Now” o la inmortal “In the ghetto”, un tema que compuso un tipo llamado Mac Davis, que es uno de los más potentes de cuantos grabó el cantante.

Si alguien me apuntara con un revólver entre los ojos y me obligara a elegir una entre todas las canciones que grabó Elvis, la elegida sería, sin ningún tipo de duda, “Heartbreak Hotel”. Por su ritmo, por su letra, por su música, por su riff. Porque es genial. Por la versión de John Cale.

Elvis siempre fue un tipo extraño. Quizás eso se deba a que era gemelo. Elvis tenía la piel blanca, pero su garganta era negra como una noche sin luna y sin estrellas.

Elvis hacía cosas muy extravagantes. Como viajar cuatro mil kilómetros en avión para comerse una hamburguesa y beberse un batido.

Elvis hizo el servicio militar en Alemania y hay una foto en la que aparece con el pelo muy corto, sonriendo a la cámara, absolutamente guapo.

Elvis se casó con una chica llamada Priscilla Beaulieu. Con ella tuvo una hija, Lisa Marie, que cuando se hizo mayor se casó con Michael Jackson. O eso dijeron los periódicos. Priscilla se fugó con el monitor de karate de su marido. A Elvis esto le sentó como una patada en los cojones. Así que su mayor deseo era matar al tipo. Al final los amigos le quitaron las ganas. Y lo dejó estar.

Elvis era un poco facha. Todos los americanos son un poco fachas. Debe ser porque de pequeños los hacen cantar himnos patrióticos en el colegio, delante de la bandera. Por eso tienen todos esos rollos con la bandera y con el himno y con la patria. A Elvis de pequeño también lo hacían cantar de pie ante la bandera y por eso acabó como lo hizo. Cosas de fachas. 

Elvis tenía decenas de coches y motos en el garaje.

Elvis tenía decenas de millones de dólares en el banco.

Elvis tenía decenas de chicas en la cama. 

Elvis cantó una canción que se titula “Suspicious minds” que decía no podemos construir nuestros sueños sobre pensamientos desconfiados.

Elvis se hizo construir una mansión gigantesca. Y la llamó Graceland. Allí se sentaba en la sala de las televisiones, ante múltiples pantallas de televisión, y disparaba sus armas, y bebía cocacola en las fuentes que tenía aquí y allá, como si hubiese vuelto a la niñez, o mejor dicho, como si nunca la hubiese abandonado.

Elvis era adicto a los tranquilizantes y a los estimulantes. Muy adicto.

Los últimos años de vida de Elvis fueron un poco patéticos. Lo recordamos gordo y sudoroso, con sus trajes blancos tan peculiares, con sus pañales, porque se cagaba cuando menos lo esperaba, cantando en hoteles horteras de Las Vegas.

Elvis murió la noche del 16 al 17 de agosto de 1977. Iba hasta el culo de pastillas. Murió en el cuarto de baño, en el suelo del cuarto de baño. La causa de la muerte, según la autopsia, fue un ataque al corazón.

Elvis fue enterrado en Forest Hill.

Elvis, ahora, está enterrado en Graceland.

Hay que pagar una entrada para visitar la tumba de Elvis, salvo que seas menor de seis años. En ese caso entras gratis.

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