viernes, 28 de septiembre de 2012

Subjetividad




El otro día dejé en el blog una reseña sobre el libro Mil violines del escritor Kiko Amat. En ella, hablaba (mal, por supuesto) de varios grupos, entre ellos Queen, Dire Straits y Supertramp. Además de los dos comentarios que me han enviado al blog recordándome que no tengo ni puta idea de música y que en toda mi vida me he leído dos libros y medio, y con ese bagaje ya me permito opinar, he recibido unos cuantos correos electrónicos, acordándose de una gran parte de mi árbol genealógico.
Uno de ellos venía a decir, más o menos, que soy una especie de súper villano, miserable y sin corazón, un personaje malvado digno de una novela de Dickens, tipo Mr. Scrooge, de los que van quitando a los niños los huevos kínder en el parque, o meando en las fuentes públicas. Un tipo odioso que se permite decir que Queen, en opinión de esta persona, el grupo más grande habido y por haber, es, en la mía, una gran mierda.
He observado que la mayoría de la gente se mosquea cuando alguien se atreve a decir que el artista que tanto les gusta es, sencillamente, una basura. Y tengo que confesar que no lo entiendo. No entiendo que alguien a quien le guste Queen se moleste porque yo —o Kiko Amat, o cualquier otro— diga que su grupo favorito es malo de solemnidad. Para empezar, los gustos musicales, como cualquier otro, son la esencia de la subjetividad. En segundo lugar, si eres seguidor de Queen ya deberías estar acostumbrado (y vacunado) ante este tipo de comentarios. Y en tercer lugar, ¿qué puede importar que yo diga que Queen o Supertramp son una mierda? Si a ti que lees esto te gustan, pues no se hable más. A escuchar I want to break free o Kind of magic hasta que los polos se descongelen.
Creo que lo que subyace en el fondo de ese enfado es el efecto metonímico de la afirmación. A la gente en general le mosquea que los demás cuestionen sus gustos estéticos, sobre todo los musicales, como si afirmando que el artista de sus entretelas es una mierda lo estuvieras insultando directamente a él. Pues no es así. Es tan simple como que cada cual tiene sus gustos, sus preferencias, sus pasiones. Hay gente a la que le enloquece Leonard Cohen y otros que pierden el culo por Georgie Dann. Hay gente a los que nos encantan los Kinks y a otros Supertramp (a Zp le gusta Supertramp, ¡¡¡puajjjjj!!!), a unos nos gusta Miles Davis y a otros King Africa. Es sólo cuestión de gusto. De buen o mal gusto. Ya está.

1 comentario:

  1. Os recomiendo un gran disco de The Smiths.

    "THE QUEEN IS DEAD".

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.