Yo no sé si soy profeta
en mi tierra o no.
Lo que sí sé,
es que en mi pueblo
hay mucha gente
que me aprecia
y me respeta.
Y esto lo sé
porque muchos de ellos
así me lo dicen
cuando se presenta la ocasión.
Pero también sé
que hay otros muchos
a los que no les gusta
lo que escribo,
también sé que hay muchos otros
a los que mis opiniones
les molestan profundamente.
Incluso me atrevería a decir
que hay gente que me odia
aunque nunca me lo hayan dicho,
al menos a la cara,
y lo sé porque a esta gente
le resulta imposible ocultar
el extraño brillo
del odio
en sus pupilas
al cruzarnos por la calle.
imagino entonces que fue bien ¿No?
ResponderEliminarLa lectura de poemas? Sí, estuvo muiy bien. Nos vemos el día 25 en la presentación de tu libro. Salud
ResponderEliminarQuizás no es odio Rafa, el extraño brillo en los ojos puede obedecer en los hombres inseguros a un reflejo de la turbación y desconciero de mirar a unos ojos sinceros.
ResponderEliminarUn abrazo desde en nordeste.
Muy bueno, sí señor
ResponderEliminarPodría ser, amigo, podría ser. Otro abrazo para ti. Salud
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