Estos días se publica mi nuevo libro de poemas. Un libro que he tardado más de 4 años en completar, al que he dedicado muchas horas de mi vida y del cual, lo voy a decir desde las primeras líneas, me siento profundamente orgulloso. Este libro se titula La poesía es una perra salvaje que corre libre por el bosque y ha sido publicado por la editorial granadina Esdrújula Ediciones, una pequeña editorial independiente, que mima, como buena mamá, las obras que edita. La portada, a cargo de la diseñadora Carmen Álvarez, reproduce un grafiti escrito en una pared, sucia y desconchada, que ya nos advierte de lo que vamos a encontrar en las páginas interiores.
Se abre esta perra salvaje con un
maravilloso prólogo escrito por la poeta y narradora malagueña Isabel Bono, un
prólogo que ya nos ofrece pistas de por dónde irán los tiros. Habla Isabel de
“estos poemas en carne viva” y añade que “es justo así como vive este poeta.
Arde. No escribe sobre el fuego, no escribe desde el fuego, escribe siendo el
fuego mismo.” Nadie antes había escrito sobre mis versos con tanta rotundidad y
tanta verdad. Porque eso exactamente es lo que he pretendido con los poemas de
este libro: escribir siendo el fuego y que todo arda. Porque el fuego destruye,
pero a la postre, regenera y transforma. Porque, como escribo en uno de los
poemas de este libro, “Como a Durruti /
las ruinas /no nos dan miedo.”
Los 46 poemas que conforman esta perra
salvaje son, en mi opinión, lo mejor que he escrito hasta la fecha. Quizá sea
así porque en estos poemas he cambiado la urgencia casi punk que había
caracterizado mi obra anterior por una visión más reposada, más meditada de la
palabra poética. Todo este libro está impregnado de un lirismo visceral, fiero,
pero lirismo al fin y al cabo. Algunos lo llaman madurez. Yo, sin embargo,
prefiero llamarlo trabajo duro y bien hecho.
Releo estos poemas y me reconozco
enteramente en ellos. Me veo a mí mismo en cada uno de estos versos. Me siento
vivo en estas palabras, es estas oraciones. Y es que estos poemas hablan de las
cosas que me preocupan, del mundo que me rodea, inhóspito y feroz, turbio,
doloroso, violento las más de las veces, pero también solidario y hermoso,
lleno de cosas maravillosas. Hay en las páginas de esta perra salvaje memoria y
denuncia; hay reivindicación del feminismo, del ecologismo, del anti-belicismo.
Hay, como no podía ser de otra manera tratándose de un libro escrito por mí,
música y una profunda reflexión sobre el propio hecho poético.
Me gustaría invitaros a que leáis este
libro, porque creo, sinceramente, que merece la pena hacerlo, porque con toda
seguridad, muchas personas que se acerquen a los versos de estos poemas, se van
a ver reflejados en ellos, y van a descubrir que, como sostiene la poeta
norteamericana Adrienne Rich, la poesía no sirve de nada, si la mujer o el
hombre que se adentran en el poema no existe en
esos versos.
Mi intención al escribir estos poemas era,
como señalo en “Ítaca”, el poema que abre este libro, “llegar / sano y salvo /
a las playas / de Ítaca.” Yo lo he conseguido. Ahora os invito a todas
vosotras, o todos vosotros, a leer este libro. Y ojalá también os ayude a
llegar a Ítaca sanos y salvos.