Después de sus labios,
todo fue un espejismo.
El corazón, un puente derruido.
La razón, un callejón sin salida
La vida, una jornada laboral de quince horas.
LA COLOSAL TAREA DEL GRAN RECHAZO
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con Jorge Riechmann
Si votamos al verdugo,
el verdugo hará de verdugo
por poco que nos gusten las ejecuciones.
Si votamos por la apisonadora,...
Hace 14 horas
Aunque pese, todo pasa
ResponderEliminarY eso fué, antes o después del Bang, Bang, Bang.
ResponderEliminarTendrá que crear un sindicato para negociar con usted mismo :)
ResponderEliminarsalu2
Así me siento yo.
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