martes, 29 de diciembre de 2009

Los escritores ingleses y la II República Española: John Conford (II y última parte)

John Cornford era apenas un muchacho de veinte años cuando llegó a España dispuesto a combatir el fascismo hasta el último aliento. Pero a pesar de su juventud ya había escrito un puñado de poemas hermosos, sinceros y valientes en los cuales dejaba patente sus simpatías comunistas. Había nacido el día 27 de diciembre de 1915, en plena Primera Guerra Mundial, en la ciudad universitaria de Cambridge, en el seno de una familia de marcado carácter intelectual y progresista. No olvidemos que John era bisnieto por línea materna del científico Charles Darwin. Pronto se traslada a vivir a Londres donde comienza a estudiar Economía, estudios que nunca terminaría debido a que en esta época comienza su fuerte compromiso político. Con diecisiete años se afilia al Partido Comunista Británico, y desde ese momento su vida y su lucha revolucionaria parecen converger en un mismo punto. En 1933 publica un artículo titulado “Left?” (“¿Izquierda?”) en la revista Cambridge Review, en el que, en palabras de Víctor Pardo Lancina “arremete contra los representantes literarios de la burguesía, la ausencia de compromiso social y el capitalismo rampante: Eliot, Pound, Lawrence e incluso Joyce. Para Cornford la auténtica pulsión poética palpitaba en los versos de W.H. Auden.”

El hispanista Ian Gibson nos habla de los últimos meses de vida de Cornoford con estas palabras:

Cuando empezó la guerra española el joven poeta estaba de vacaciones en Francia. No dudó un momento. Cruzó la frontera el 8 de agosto y fue tal vez el primer británico en unirse a las fuerzas republicanas. Tras unos días en Barcelona marchó a Aragón con las milicias del POUM. Luego, después de reclutar para la causa a un grupo de amigos en Inglaterra, estuvo en la defensa de Madrid. Y, acto final, el 28 de diciembre: su encuentro con la muerte -acaecida al día siguiente de cumplir los veintiún años- en Lopera (Jaén).

Unos pocos días antes había dedicado un conmovedor poema a, en palabras de Víctor Pardo “la gran pasión de su vida, Margot Heinemann, comunista como él, profesora y escritora con la que mantiene una muy
interesante correspondencia durante su estancia en España, y depositaria de su diario personal”:

A Margot Heinemann


Alma del mundo desalmado,
alma mía, tu recuerdo
es el dolor que siento en mi costado,
la sombra que ensombrece cuanto veo.
Al atardecer se alza el viento
a recordarnos que el otoño viene,
yo, yo tengo miedo a perderte,
y tengo miedo a mi miedo.
Camino de Huesca, en el último tramo,
última barrera para nuestro honor,
tan tiernamente pienso en ti, mi amor,
como si tú estuvieras a mi lado.
Y si la suerte acaba con mi vida
dentro de una fosa mal cavada,
acuérdate de toda nuestra dicha;
no olvides que yo te amaba.

(Traducción de José Agustín Goytisolo)


Un crítico ha escrito sobre su obra poética: “En su poesía nos demuestra que, para él, el comunismo significaba liberación social, política y económica. Constituía también una liberación personal: sexual, emocional y ética. Para ello era necesario romper con la moral burguesa que se escudaba en la evasión, la ambigüedad y el engaño. Su poesía es el producto de su fe política y de sus propias tensiones personales, sus versos nos revelan un esfuerzo tremendo por conciliar sus convicciones políticas con su peculiar visión estética sobre la vida y las relaciones humanas.”
Entre sus poemas más significativos hay que destacar "Poema triste", "Mantened la cultura lejos de Cambridge", "Luna llena en Tierz: Antes de la toma de Huesca" y "Carta desde Aragón". Existe una colección (editada por Pat Sloan) titulada John Cornford: A Memoir (London: Jonathan Cape, 1938) donde se reúnen la mayor parte de sus escritos.

Me gustaría acabar este pequeño homenaje con estos versos que el poeta José Ángel Valente dedicó a la memoria John Cornford:

JOHN CORNFORD, veintiún años
ametrallados sobre el aire
en que han nacido estas palabras.



10 comentarios:

  1. Podían haberse quedado quietecitos en lugar de querer salvanos con la pax socialista, que ya entonces se veía que tampoco era tan idílica. Muchos brigadistas, jovénes prometedores de tantos paises, pagaron con su vida tamaña necedad.

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  2. "quedado quietecitos"..."salvanos con la pax socialista"..."tamaña necedad"...
    Estimado Anónimo, por esta "necedad" y tantas otras, han vivido y han muerto mucha gente. Existe un libro que se llama "Utopía" de Tomás Moro y te recomendaría, sin ánimo de querer salvarte de nada ni de nadie, que te dieses un garbeo por ella, y por supuesto no vivimos en el mundo de Bambi, sino mas bien en el mundo que expresa Rafa Calero en su poema de la página 58, de los Versos de alambre de espino...

    Rafael

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  3. Decididamente los chicos prefieren la historia a las historias.
    Bueno, ojala todo el mundo defendiera sus ideas con la misma pasión que los brigadistas. El mundo iría mejor. Querido Anónimo, eso se lleva en la sangre. Me refiero a morir por defender unas ideas. Se nace así: tonto, listo, alto, moreno, o pasional e idealista.
    El último estadio del razonamiento moral humano (que por cierto va paralelo a la inteligencia): Los principios éticos universales.
    “Se toma conciencia que hay principios éticos universales que se han de seguir y tienen prioridad sobre las obligaciones legales e institucionales convencionales. Se obra con arreglo a estos principios porque, como ser racional, se ha captado la validez y se siente comprometido a seguirlos. En este estadio impera la regla de oro de la moralidad: "hacer al otro lo que quiero para mí". Y se tiene el coraje de enfrentarse a las leyes que atentan a los principios éticos universales como el de la dignidad humana o el de la igualdad. Es el estadio moral supremo, el de Gandhi, de Martin Luther King y el de todas las personas que viven profundamente la moralidad”. Kohlberg
    ¡FELIZ ENTRADA DE AÑO!

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  4. Sin ánimo de romper la armonía de este blog, anónimo subraya lo que Rafael se dejó atrás "que ya entonces se veía que tampoco era tan idílica". No en vano, numerosos socialistas renegaron o discreparon, incluso antes del 36, de la experiencia soviética. Sin embargo, por entonces, aún no se había revelado el terrible rostro del nacismo-facismo.
    No, no he leido Utopía (de Santo Tomás Moro), como casi nadie, pero conozco algunas referencias, como casi todos. ¿Has visto AVATAR? Te lo recomiendo, se pasa un buen rato. Y yendo a lo serio, querida MA, la pasión ¿es virtud o pecado? Una buena vara de medir sería "hacer al otro lo que quiero para mí", regla de oro de la moralidad. Según esto, qué apasionado moralista recurriría a la fría acción violenta, asesina de la guerra para salvar al oprimido. Ninguno, sólo el fanático o el propio oprimido, y los señores brigadistas no eran de esta guerra. Por mi parte, que no me salven con bombas ni balazos. Seguro que con buena voluntad y entendimiento, entonces como ahora, hubiera habido mejor solución. Es Navidad y es lo que toca. Os deseo un buen nuevo año para todos.

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  5. Vale.
    Me quedo con lo de ir a ver Avatar.

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  6. Estimada Armonía de este blog, sin intención de romper tu equilibrio pero si con ánimo de dinamizar el ambiente, vamos a jugar un rato, que de eso se trata.
    .Cuando se utilizan puntos suspensivos al final de una frase, quiere decir que la cosa sigue, o sea, no me deje nada atrás.
    .Prefiero llamarle Tomás Moro en su castellanización , o bien su nombre real Thomas More, lo de santo es arina de otro costal. Pío XI lo canonizó en otro alarde de efectismo de cara a la galería.
    .Tendré que contarme entre los "casi nadie" que se han leído "Utopía" -aunque creo que somos muchos , al menos en mi entorno de amigos-.
    .La literatura hay que leerla, paladearla, saborearla, olearla, no saber de referencias, esa manera de hacer distorsiona y a veces anula la verdadera intención de la obra -así actua parte de la crítica, y así les va-. Yo tuve la suerte de leerla hace treinta años y de releerla un para de veces años mas tarde, y cada vez la experiencia fue diferencte y enriquecedora.
    .La lección de moral a MA, me quedó sin palabras. Ma habla de pasión, de idealismo, de inteligencia...conceptos bellísimos. Hablarle de virtud o pecado como haces tú estimado Anónimo no lo veo de recibo. Pero saltando por tu argumentación, casi levitando diría yo, para no resbalar con ninguna regla de oro de la moralidad, lo que me ha llamado más la atención es: "...Los señores brigadistas no eran de esta guerra.". Que se lo pregunten a Milton Wolff y a los casi sesenta mil que llegaron a España, muchos de los cuales murieron, por un ideal. La gran mayoría de ellos defendían las ideas del comunismo , del anarquismo, y del pacifismo (en un tiempo que este era escaso, y por ende más deseado). Y como la cosa va de cine, rememoremos "Casablanca" de M.Curtiz (una de las historias de amor más densas, tristes y apasionadas que se han llevado al celuloide jamás). Hay que recordar que el personaje de Rick Blaine, el propietario del Rick´s Café (personaje amoral totalmente), e interpretado por Humphrey Bogart, antes de llegar a Casablanca fue brigadista en la guerra civil española.
    .Por otro lado estimado Anónimo dices: "Por mi parte, que no me salven con bombas ni balazos. Seguro que con buena voluntad y entendimiento,...". Hay que recordar que los que se sublevaron y empezaron a pegar pepinazos (o sea, a matar a gente, sin ton ni son) fueron las tropas del bando nacional, con el apoyo del nazismo alemán y del fascismo italiano. Intentar hablarle a una bomba de buena voluntad, y sobre todo que te entienda, lo veo muy difícil (pero igual todo es insistir).
    Al igual que MA, me quedo con lo de ir a Avatar.

    Intentemos hacer de este mundo, un sitio más justo para todos, más libre, donde se pueda respirar por todos los poros de la piel, sin que importe el color de esta, ni su ideal. Que la vida sea pasión.
    Dicho lo cual, os deseo lo mejor para todos y que en el año 2010 se cumplan vuestros deseos.
    Salud
    Rafael

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  7. Bueno Rafael, Anónimo, además... "siempre nos quedará Paris".

    Salud y Salut

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  8. Ah, y la pasión no tendría la connotación que tiene si solo fuera virtud. Tiene que tener una buena dosis de pecado. De otra forma, sería como, digamos "un santo sin tentación". Demasiado simple.

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  9. De acuerdo, Ma, en lo de la versión pasión-virtud maspillao, pues mi alma es más bien flojucha y quedo lejos de la gran talla necesaria para esas pasiones propias de santas mujeres y santos varones que van dejando listones muy difíciles de superar y que, sinceramente, tampoco me pican a intentarlo. Pero hay que reconocerlo, lo nuestro es más humano, con más dosis de egoísmo que de entrega. Más a mano nos queda París y As time Goes By en sus mil versiones, muy por encima de aquellas pasiones y temores y ambiente tóxico de la película. También a mí me encanta la peli, Rafael, pero siempre me deja ese regusto a sucio que deja el personaje de Borgart, el cínico y resentido exbrigadista, ella, preciosa e indecisa, los contrabandistas, nazis y franceses de Vichy. Tiene su morbo, sin duda.
    Salú, valor y a por 2010, compañeros.

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  10. Vengo de ver Avatar, en normal, no quedaban entradas en 3D. Genialísima. Tiene pasión, ideologia, mensaje, acción, buenos paisajes, protagonistas guapos, un buen final...
    Es evidente que si los indígenas alienígenas no hubieran sido de los que luchan por sus ideas (por raras que nos parezcan) hasta la muerte, la peli se hubiera acabado en el primer cuarto de hora. Uf, menos mal que aún quedan "brigadistas" por ahí. Por cierto, que dicen que cada uno se parrece a su avatar. A ver cuando mostrais los vuestros.

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